Estallaron 5 tanques en el principal centro de distribución de combustible de la capital inglesa. Dos de las víctimas están graves y más de dos mil personas fueron evacuadas. Las autoridades despliegan operativos de asistencia porque el incendio tardaría varios dias en apagarse.
(AP/EFE). Una serie de explosiones en uno de los mayores depósitos de combustible en Gran Bretaña estremeció una zona del norte de Londres, la madrugada del domingo, y destrozó las ventanas de varias viviendas cercanas.
Treinta y nueve personas resultaron lesionadas, dos de gravedad, según las autoridades. La policía informó que al parecer, los estallidos fueron accidentales y que éstos iban a continuar por varias horas en el terminal Buncefield, cerca del pueblo de Hemel Hempstead, que almacena 16 millones de litros de combustible.
Al menos 2.000 personas fueron evacuadas hoy de hogares situados en las proximidades del centro de distribución de combustible al norte de Londres donde tres potentes explosiones ocasionaron hoy un espectacular incendio.
Los afectados serán albergados en centros deportivos y de ocio de la zona, refugios del Ejército de Salvación y viviendas de familiares o amigos, informaron las autoridades.
A consecuencia del siniestro, que ha generado incalculables daños económicos, numerosos edificios próximos sufrieron daños, sobre todo rotura de cristales.
Las autoridades han pedido a los vecinos de todas las localidades próximas que cierren puertas y ventanas y permanezcan en sus casas, por lo que aquellos que no pueden protegerse son trasladados a otros lugares.
«El incendio está controlado», dijo Frank Whiteley, jefe de la policía de Hertfordshire. «Es un siniestro grande y seguirá ardiendo durante algún tiempo, pero está bajo control».
No había ningún indicio de que se tratase de acciones terroristas, dijo la policía, aunque la organización terrorista al Qaeda había amenazado con atacar los depósitos de combustible.
Gran Bretaña ha estado en alerta desde las explosiones del 7 de julio en el sistema de transporte público, donde murieron 56 personas inclusive los cuatro atacantes suicidas, además de otros fallidos ataques el 21 de julio.
Aún no se determinó la causa de las explosiones, la primera de las cuales ocurrió a las 6 de la mañana, dijo Total SA, la empresa francesa de combustible que antes era propietario de Buncefield en una empresa mixta con Texaco. La subsidiaria británica Total UK está en contacto permanente con la policía y las fuerzas de seguridad, dijo en una declaración.
«Todo indica en esta etapa que se trata de un accidente», dijo Whiteley. «Sin embargo, claramente nos mantendremos receptivos conforme discurran las investigaciones, hasta que podamos confirmar la causa con certeza».
Una densa columna de humo se elevaba hasta unos 3.000 metros de altura sobre el área de Hemel Hempstead, en una extensión tan vasta que se reflejaba en las imágenes satelitales sobre el lugar. El humo también se expandió a gran altura sobre Londres, dijo Eddy Carroll, un experto del Servicio Nacional de Meteorología.
Trabajadores de emergencias acordonaron el área alrededor de la Terminal de Petróleo Buncefield, cerca de la población de Hemel Hempstead. Las autoridades desalojaron a los residentes, mientras una columna de humo avanzaba lentamente hacia el este.
Whiteley advirtió que la nube contenía elementos irritantes, los cuales podrían causar tos y náuseas. La gente ubicada en la trayectoria del humo debería abstenerse de salir de su vivienda, añadió.
Algunos residentes reportaron haber escuchado un avión que volaba muy bajo, poco antes de la primera explosión, ocurrida aproximadamente a las 6.00, pero la policía señaló que no había evidencias de que una aeronave hubiera caído en la zona.
El Aeropuerto de Luton, cerca de la región, permaneció abierto, y los vuelos operaban con normalidad.
El Hotel Ramada en Hemel Hempstead, a unos tres kilómetros de la terminal petrolera, fue desalojado después de que los vidrios de las ventanas quedaron destruidos por la explosión. Dos huéspedes sufrieron heridas leves causadas por los vidrios rotos, y fueron atendidos en el hotel, dijo Calum Russell, director de mercado de Jarvis Hotels Ltd.
Los 187 huéspedes regresaron a sus habitaciones, añadió Russell.
Una nube negra cubre el sur de Inglaterra
Una nube de humo negro se extiende sobre cientos de kilómetros del sur de Inglaterra tras las explosiones registradas hoy en el centro de distribución de combustible cerca de la localidad de Hemel Hempstead, al norte de Londres.
La Oficina Meteorológica británica advirtió que, aunque los vientos son ligeros, la nube podría alcanzar esta noche el puerto de Southampton (sur del país).
El humo, que según las autoridades no es en principio tóxico, es irritante y puede causar escozor en los ojos, tos y náuseas.
La espectacular nube de humo es visible incluso para los aviones que vuelan a una altura de casi 3.000 metros.
El meteorólogo Peter Kidds alertó de que cuando el humo se enfríe, algunas partículas de hollín, portadoras de sustancias contaminantes, podrían caer a tierra.
En su opinión, a pesar de que no estarían en altas concentraciones, serían suficientes como para generar cierta preocupación.
Las autoridades han recomendado a los habitantes de todas las zonas próximas que no salgan de sus casas y cierren puertas y ventanas.
En el caso de que los cristales de las ventanas se hubiesen roto en las explosiones, se les insta a buscar refugio en otro lugar.
Los meteorólogos no esperan ningún cambio en la dirección de los vientos en las próximas 24 horas que pueda afectar a la nube de humo.
Fuente: www.infobae.com
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