A las 3:30 a.m. una fuerte explosión sacudió el hogar de los Osorio Salcedo, ubicado en la carrera 46 con calle 85. Aturdidos por el estruendo, con parte del techo destruido y algunos vidrios de ventanas rotos, todos dentro del hogar creían que una bomba había estallado.
Una gran llamarada le indicaba a Ismael Osorio que el estruendo no había sido producto de una acción terrorista sino de una de falla, al parecer en los compresores de gas, en la estación de gas vehicular Gazel, en la carrera 46 con 87.