Le ocurrió a una vecina de San Carlos cuando lo dejó arriba del televisor. Casi provoca un incendio. El caso genera inquietud sobre el riesgo de este tipo de aparatos
”Explotó. Dejé el celular arriba del televisor y explotó”. Aun incrédula, Liliana Fiebelkorn señala en su cocina los restos chamuscados y desperdigados de su teléfono celular, y reflexiona: “por cinco segundos, no perdí un ojo o una mano. Pensaba que estas cosas eran un mito, pero la realidad me probó en carne propia lo contrario”.
El episodio ocurrió anteanoche, pasadas las 20, en la casa que la docente comparte con su familia en el barrio de San Carlos. Se encontraba planchando cuando ocurrió lo que describe como “una cadena de hechos insólita“. Ver más