Lo confesó Pablo Akerman, el inspector acusado de incumplir sus funciones al inspeccionar el Café de la Flor, donde un músico murió electrocutado.
«Esta situación me destrozó la vida. Hace tres años que no duermo y no sé cómo planificar mi vida». Pablo Andrés Akerman, el empleado municipal acusado de incumplir sus funciones en dos inspecciones al Café de la Flor, habló por primera vez en el juicio en su contra. El inspector defendió los controles que hizo en abril de 2015 en el local nocturno de Mendoza al 800, donde seis meses después murió electrocutado el bajista de una banda de rock. Dijo que recién tras la muerte del músico, la Municipalidad compró aparatos para verificar la descarga a tierra. Ver más