Un equipo de ingenieros detectó 76 tapas de alcantarilla con «alto riesgo de explosión» en Río de Janeiro, informó hoy la Alcaldía de la ciudad brasileña.
Las tapas corresponden a arquetas de la red eléctrica que, en contacto con gases subterráneos, han provocado numerosas explosiones en los últimos meses causando varios heridos, miedo en la población y han puesto en alerta a las autoridades cariocas.
Después de la explosión de seis tapas en un día, el alcalde de Río, Eduardo Paes, decidió contratar a una empresa a comienzos de julio para revisar miles de alcantarillas en un plazo de seis meses.
Entonces, el alcalde admitió que las personas ya «no conseguían caminar por la calle» al cundir «un clima de pánico» en la segunda mayor ciudad de Brasil.