31-01-2011 / 21:10 h
Alicante, 31 ene (EFE).- Un joven de 15 años de edad ha sufrido hoy quemaduras en su cara después de que se produjera una explosión accidental durante una clase de Química en un instituto de la localidad alicantina de Pinoso.
31-01-2011 / 21:10 h
Alicante, 31 ene (EFE).- Un joven de 15 años de edad ha sufrido hoy quemaduras en su cara después de que se produjera una explosión accidental durante una clase de Química en un instituto de la localidad alicantina de Pinoso.
El juez de control aceptó el pedido de la fiscal Mercedes Ballestrini de elevar a juicio a seis imputados
La fiscal de Instrucción del Distrito 2 Turno 2, María Mercedes Balestrini, confirmó esta tarde que fue aceptado su pedido de elevación a juicio la causa por la trágica explosión de la ambulancia del servicio de emergencia 107, ocurrida el 26 de setiembre de 2006, en la que murieron cuatro personas.
En diálogo con La Voz, la fiscal indicó que el juez de control aceptó la elevación a juicio de la causa y agregó que los imputados son los empresarios de la compañía carrocera Vallé, Ricardo Alberto Vallé, y Omar Alfredo Vallé, quienes están acusados de homicidio culposo y lesiones culposas.
Además, en esa nómina también figura Víctor Ciencia, ex director de industria de la empresa e ingeniero encargado del área de calidad, quien está imputado de homicidio culposo y lesiones culposas.
Los restantes acusados son Pablo Olmos y Carlos Navarro, jefe y subjefe del área de logística del servicio municipal 107, respectivamente y Claudio Marcelo Gómez, ex titular de Emergencias de la comuna. Estos funcionarios municipales están imputados de incumplimiento de deberes de funcionario público.
En tanto, el acusado Hugo Cerezo, pidió a través de su abogado la falta de mérito por lo que todavía no está confirmado dentro de la lista de imputados que serán citados en el juicio.
Sospechoso. Por otro lado, la fiscal Balestrini confirmó que se agregó otro nombre a la lista de sospechosos, Pablo Perotti, quien trabajaba como ingeniero en la empresa. Si bien es investigado, todavía no ha sido confirmado dentro de la lista de otras seis personas que serán enjuiciadas.
Un incendio causó la muerte de casi 30 niños en un hogar ubicado en un hogar de la localidad de Hermosillo, México. Había al menos 176 menores en el lugar y se teme que existan más víctimas fatales.
Una de las cunas de la guardería destruida por el incendio
Al menos 29 niños murieron y unos 50 resultaron heridos en un incendio que arrasó ayer con una guardería en la ciudad de Hermosillo, en el noroeste de México, informó un portavoz oficial.
Se trata de un hogar que se encuentra en la colonia «Y-Griega» de Hermosillo. El siniestro, aparentemente, comenzó en una gomería ubicada enseguida de las instalaciones de la guardería.
Decenas de niños intoxicados fueron trasladados de urgencia a los hospitales de la ciudad, mientras que el caos se apoderó de la ciudad por el gran movimiento de ambulancias.
José Larrinaga, vocero de la fiscalía estatal de Hermosillo, informó que a medida que se va controlando el fuego se van encontrando más cuerpos y se teme que más niños murieron como consecuencia del incendio.
«Son hasta ahora 29 niños que fallecieron, la mayoría por asfixia», dijo José Larrinaga, quien señaló que tenían de tres meses a dos años de edad.
El vocero de la fiscalía estatal explicó que los peritos realizan las investigaciones para conocer el lugar en el que se inició el incendio, pero reportes de medios locales señalaron que se habría originado en una fábrica de llantas aledaña a la guardería.
Al menos 176 niños se encontraban en la guardería en el momento del incendio. Docena de ellos fueron trasladados de urgencia a diferentes hospitales de aquella ciudad mexicana.
El gobernador de Sonora, Eduardo Bours, que participaba en una reunión en la vecina ciudad de Arizona, en los Estados Unidos, regresó de emergencia para supervisar la situación.
Cayó sobre bancos y un escritorio en el momento en que 16 chicos tomaban clases en un establecimiento de la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay.
El episodio, en forma providencial, no tuvo consecuencias para los alumnos, ni para la maestra, quien al escuchar extraños ruidos previos decidió sacar a los niños del lugar, poco antes de que los pedazos de mampostería cayeran sobre su escritorio y varios bancos del aula.
El hecho, que podria haberse convertido en una tragedia, se produjo ayer, cerca de las 9:30 de la mañana, en la Escuela de Jornada Completa Nº 110 de la ciudad de Concepción del Uruguay, en la zona este de la provincia.
De acuerdo con la información publicada hoy por el diario La Calle, todo se inició durante el horario de clases, cuando se escuchó una explosión, aparentemente producto del resquebrajamiento del ladrillo hueco ubicado sobre la placa del cielorraso.
En ese momento, la docente Mabel Neivirti – que estaba al frente de la clase – instó a los chicos a abandonar rápidamente el aula, sin llevarse mochilas ni otras pertenencias, que quedaron en el lugar.
Cuando los pequeños y la maestra ya habían salido, se produjo el desprendimiento de parte del cielorraso, por lo que cayeron trozos de ladrillos y yeso sobre el escritorio de la docente, sectores aledaños al pizarrón y los bancos más adelantados sobre el frente del aula.
El hecho fue informado por las autoridades de la escuela a la Supervision Departamental de Educación y la Dirección de Arquitectura, mientras se clausuró el aula y se trasladó el curso a otra.
Según se supo, hace unos meses había ocurrido un inconveniente similar, pero durante un fin de semana, y luego de ese episodio el problema había sido subsanado con la colocación de placas de tergopol.
Córdoba.- Una joven sufrió hoy una afección en sus vÃas respiratorias al producirse un derrame de ácido acético en el departamento de MicrobiologÃa de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de RÃo Cuarto (UNRC).
El establecimiento informó en un comunicado que dos frascos del producto quÃmico cayeron esta mañana en uno de los pasillos del departamento, lo cual generó â??inconvenientes respiratoriosâ?? a una becaria de investigación.
La joven fue asistida rápidamente y trasladada al Instituto Médico de la ciudad, donde permaneció en terapia intensiva por cuestiones preventivas y fue dada de alta pasadas las 14.
El ácido acético es un producto quÃmico lÃquido de olor punzante, similar al vinagre, que se obtiene por oxidación a partir de alcohol etÃlico y se usa en la producción de acetatos, pelÃculas fotográficas, adhesivos, lacas para aviones y como agente de extracción de antibióticos en industria medicinal.
El derrame alarmó a investigadores y personal universitario que se encontraba en el departamento de MicrobiologÃa, que fue evacuado inmediatamente.
Luis Poloni, secretario Técnico de la Facultad de Ciencias Exactas, explicó que los residuos se colocaron en una caja para ser trasladados fuera de la Facultad de Ciencias Exactas.
En el momento del traslado â??una de las cajas se desfondó y cayeron al suelo dos frascosâ?? del ácido orgánico.
Poloni dijo que el elemento â??no es tan nocivoâ?? y sostuvo que el hecho fue un accidente que suele producirse en otras ocasiones.
La justicia investiga la muerte de seis personas ocurridas luego de que el 5 de diciembre explotaron tambores de hexano de la planta piloto de la Facultad de IngenierÃa, de la misma Universidad.
En el país donde todos opinamos de todo, las cosas se repiten una y otra vez. Las muertes vuelven a tener el rostro de la irresponsabilidad y la poca conciencia. Otro episodio, y más preocupante en este caso porque las víctimas sabían con qué estaban jugando.
Signos de un país extraño. Luego de una tragedia enorme como la de Cromañón, que llevó a todo el mundo a hablar de seguridad y de responsabilidades, parece mentira que pueda ocurrir un hecho como el de la explosión del laboratorio de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Otra muestra de la desidia y el descuido que llevan a la muerte y que no alcanza con las explicaciones de aquéllos que tienen la obligación de responder, como es en este caso el rector de la institución, Oscar Spada.
N&P:- ¿Esto es como un nuevo Cromañón?
O.S.:- Yo no me atrevería a encararlo desde ese punto de vista. Está la Justicia trabajando y habría que ver cuáles fueron las causas por las que ocurrió esto. No nos olvidemos que la gente que estaba trabajando ahí es gente de excelentísima calidad y conocía bien su trabajo, por lo que queremos saber las causas que provocaron el accidente.
N&P:- Como ingeniero o rector, ¿el episodio le merece alguna reflexión?
O.S.:- Nosotros hemos iniciado la investigación de sumario dentro de la misma Universidad. No nos olvidemos de que hay una serie de mecanismos, como la firma de un convenio marco y después los convenios de trabajo que se realizan en cada una de las facultades dependientes de la Universidad. Queremos ver cuáles han sido las causas e inclusive cuáles son las medidas de seguridad que se tomaron al respecto.
N&P:- ¿Faltaban en el grupo conocimientos en seguridad industrial?
O.S.:- Hay cosas que debe determinar la Justicia porque no se puede andar aventurando conjeturas. La gente ha opinado, y lo debería hacer ante la Justicia para poder llegar a la verdad. El nuestro es un trabajo de todos los días: acompañar a los familiares, aportar todos los datos que la investigación requiere. Las universidades tienen distintos lugares, rangos, responsabilidades, y esto es lo que estamos tratando de llevar adelante y de compaginar toda esta situación.
N&P:- Se puso mucho énfasis en que tenían un convenio con un privado. ¿Es importante en el contexto de lo ocurrido?
O.S.:- No, porque no se les puede exigir a las universidades que no trabajen en fuerte vinculación, lo cual es parte del proceso educativo. Una investigación no aislada de los desarrollos tecnológicos que necesita, no aislada de lo formación del estudiante. Me parece que enfocarlo desde el punto de vista de que hay una empresa no es lo importante de esta situación. Esta Facultad fue acreditada a nivel nacional, y la carrera de Ingeniería Química está trabajando su acreditación a nivel Mercosur. Y para todo este tipo de cosas se necesitan tareas relacionadas con la industria.
N&P:- ¿Están trabajando en medidas de seguridad a partir de este accidente?
O.S.:- Se hizo una revisión de las conexiones. Pero me parece que hablar de una emergencia de seguridad cuando hay facultades que no tienen este tipo de estructura es exagerado. Hemos hecho todo el sistema de seguridad, hemos invertido más de $ 700.000. Pero evidentemente hay muchas cosas para realizar en el marco de un accidente que nos llena de preocupación.
El comisario mayor Javier De Olmos es el titular del Departamento de Bomberos que trabajó en esta tragedia. Desde la institución ya habían anunciado sobre mejoras en el sistema de seguridad.
N&P:- De lo que se estaba haciendo, ¿qué no correspondía hacer?
J.O.:- En este laboratorio se estaba buscando un nuevo octanaje para el biodiesel. Todos sabemos que estos combustibles se encuentran dentro de la categoría de solventes. Cada producto químico tiene un comportamiento muy diferente, son productos que toman combustión muy fácilmente. Hay varios puntos que se están analizando. Por ejemplo, qué día entraron los camiones. Porque hay que ver ese día quién recibió esa carga y por qué se almacenó en ese lugar, tratándose de un elemento de suma volatilidad.
N&P:- ¿Qué respuesta encontraron desde la Universidad?
J.O.:- La Universidad, a ciencia cierta, todavía está cerrada, no saben si va a abrir en enero o en febrero. Se está elaborando toda la parte de bioseguridad, que ya estaba armada desde hace algún tiempo. Desde Bomberos, en diferentes oportunidades habíamos sugerido las medidas de seguridad que tiene que adoptar esta ciudad universitaria.
N&P:- ¿Es decir que ustedes ya habían anticipado que había situaciones que corregir?
J.O.:- Esto no es una cuestión de ahora, viene desde hace 15 años. De parte de Defensa Civil de Río Cuarto -ellos son los que asesoraban- había un relevamiento, y nosotros les indicamos qué medidas tenían que adoptar no sólo en esta área, sino en las diferentes áreas. Sobre todo por el uso de matafuegos y luces de emergencia.
N&P:- Después de Cromañón, ¿no se encendió el alerta acerca de los peligros que hay en materia de seguridad?
J.O.:- Creo que hay que hacerse un replanteo generalizado de toda la ciudad universitaria. El lugar donde se produce este accidente está muy cerca de un jardín maternal en el que los empleados dejan a sus niños al resguardo de maestras jardineras. Gracias a Dios, dentro de lo que fue el gravísimo accidente, pienso que podría haber sido mayor. Con las actuaciones que ha tenido Bomberos, se ha logrado controlar en forma rápida cuando estaba muy próximo a estallar otro tambor.
N&P:- ¿Puede ser que no seamos capaces de proteger un lugar donde está lo más lúcido de nuestra sociedad?
J.O.:- Yo lo llevaría un poco más arriba. Estamos hablando de donde realmente está la ciencia, todos ingenieros físicos químicos abocados a diferentes tipos de proyectos y que, en el afán de avanzar, por ahí se centraliza y se olvida de otras tantas cosas. Por ahí la confianza de haber trabajado tantos años con sustancias químicas peligrosas hace que se olvide una parte esencial: la seguridad.
¿Tragedia?
Cuando ocurren este tipo de hechos, periodísticamente se discute acerca de cómo llamarlos: ¿tragedias? ¿Accidentes? ¿Crímenes? Los dichos del jefe de Bomberos de Río Cuarto dejan entrever que en este caso hubo bastante desatención a los llamados emitidos desde aquellas instituciones que se encargan de la seguridad. Cuando se averiguan los antecedentes, las cosas se ponen peor. Por ejemplo: se supo durante una asamblea interclaustros que en 2005 explotó una caldera en el comedor de la Universidad y que el año pasado estalló un horno en la Facultad de Veterinaria. Y se dijo que estos hechos no fueron suficientes para realizar un análisis y una revisión general de las instalaciones del complejo universitario. Ahí es cuando surge la duda acerca de cómo llamarlo. ¿Puede ser un accidente, cuando hubo antecedentes como para controlar ciertos elementos que pueden haber provocado este hecho? Nadie quiere decir que hubo intención de matar a alguien, pero ¿qué hacer con la ineficacia cuando genera muertes?