Por José Luis Zapata | 28 de Marzo de 2011, 09:33
El poder destructivo del fuego es innegable y es un gran problema con el cual nos hemos topado desde hace tiempo pero que hemos querido solucionar creando una de las profesiones más viejas de la historia, se dice que existe desde hace más de 1700 años en la antigua Roma.
La combustión se compone de —básicamente— tres cosas: calor, combustible y oxígeno; los métodos para extinguirlo consisten normalmente en sustraer uno de estos elementos. Es por eso que, si lo vemos bien, la profesión no ha cambiado mucho en todo este tiempo. Sí, ahora tenemos tecnología de punta para bomberos como el uso de polvo o espuma contra incendios en lugar de agua y demás, pero se podría decir que el principio es el mismo.
Pero por lo visto investigadores de Harvard pretenden cambiar la manera en que la humanidad combate incendios un poco; durante la última reunión de la Sociedad Americana de Química expusieron un método que no necesita de un supresor físico del fuego sino que utiliza un flujo de corriente eléctrica para poder combatir las llamas. Después de retomar observaciones de hace casi 200 años en las que se habla acerca de cómo la carga eléctrica afecta la forma de las llamas, se aprovecharon del fenómeno para desarrollar un rayo eléctrico que podría ser la base de una nueva tecnología para ayudar a los bomberos.
Para comprobar y demostrar su proyecto, los investigadores usaron un amplificador eléctrico de 600 watts y lo conectaron a lo que parece una especie de varita que dirige el rayo, después de eso crearon una llama a lo lejos y el rayo pudo apagarla una y otra vez sin mayor problema.
Aunque en principio parece algo bastante simple, lo que pasa es en realidad algo complejo ya que son varias cosas sucediendo al mismo tiempo y no todas ellas son entendidas. Pero por lo visto parece ser que las partículas de carbono generadas durante la combustión son suceptibles a cargarse eléctricamente y una vez cargadas responden a los campos eléctricos de tal manera que afectan la estabilidad de la flama. Si se desestabiliza lo suficiente, la llama termina colapsándose.
La tecnología parece tener futuro ya que no es necesaria mucha energía para que funciona y aunque quizás no ayude a apagar grandes incendios —que normalmente son difíciles de apagar incluso usando medios físicos— podría ayudar a crear caminos entre las llamas para equipos de rescate.
Si lo pensamos bien, esto se parece demasiado a una de mis películas favoritas: Ghostbusters. Así que solo espero que —por el bien de la humanidad— no vayan a cruzar los rayos. Una vez más, el futuro nos está alcanzando.