Muerte de un obrero en 2005: procesan a un ingeniero y a dos capataces

Rosario- La Justicia procesó a un ingeniero de seguridad y a dos capataces de una obra en construcción céntrica donde en junio de 2005 falleció un obrero de 20 años tras caer desde un 14º piso.


Jorge Madero tenía 20 años y cayó desde un piso 14 la tarde del 6 de junio de 2005. (Fotos: A. Celoria)

El 6 de junio de 2005, Jorge Madero, de 20 y ayudante de carpintería, se encontraba realizando el encofrado en el piso 14 de una obra en construcción en Tucumán y avenida Belgrano.

El muchacho se precipitó por el hueco de un andamio tras realizar un movimiento en falso. En su caída golpeó contra un puente para el traslado de materiales ubicado en la planta baja del edificio y quedó tendido en la calle.

En su momento, compañeros de trabajo del joven señalaron que el obrero carecía de arneses y casco de protección y que la caída se produjo mientras realizaban tareas de hormigonado en la obra. También dijeron que los responsables de la construcción les ordenaron continuar con los trabajos, aún con el cuerpo yaciendo en el piso, hasta terminar con el hormigón preparado, según hizo constar La Capital.

En su resolución, el juez Correccional de la 3ª Nominación, Horacio Benvenuto, dictó el procesamiento por el delito de homicidio culposo. El fallo de los dos capataces – Raúl Alberto R., de 51 años, y Marcelo Adrián L., de 28 – está firme mientras que el profesional –Ricardo Daniel A, de 51 años – apeló la medida.

En tanto, la madre de Madero presentó una demanda civil contra la empresa constructora Capobianco S.A., que realizó la obra.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Otra muerte evitable

El albañil, de 41 años, había caído el lunes y agonizó cinco días. Tenía cuatro hijos. La obra de la que cayó, de Alvear 1154, fue clausurada dos veces por falencias en la seguridad.


En Alvear 1154 levantan el jardín de infantes Dante Alighieri.

Fueron cinco días de agonía. Miguel Sequeira, el obrero de la construcción que cayó el lunes pasado del primer piso de una obra en construcción en Alvear 1154 falleció el sábado por la noche, en el sanatorio Laprida. El hombre, de 41 años y con cuatro hijos, trabajaba en la construcción del jardín de infantes Asociación Cultural Dante Alighieri, en una obra que fue clausurada dos veces por el Ministerio de Trabajo de la provincia a raíz de falencias de seguridad. No es sólo un número, sino una persona. Otra más. El sexto albañil que muere este año en un accidente de trabajo.

«Es una tragedia brutal, esto es homicidio. Con dolo y abandono de persona por parte de los empresarios. No existen palabras en el diccionario para nombrar esta tragedia que estamos viviendo», dijo indignado Narciso Cantero, de la Agrupación Manos a la Obra, quien conocía a Sequeira porque había trabajado en una empresa constructora con él.

Por su parte, el secretario general de la seccional Rosario de la UOCRA, Julio Palma, cargó contra los subcontratistas y confió en los efectos de los Comités Mixtos de Higiene y Seguridad, sancionados el jueves pasado en la Legislatura provincial. También indicó que la semana pasada realizaron una presentación judicial en los Tribunales para pedir prisión efectiva a quienes sean encontrados responsables de los accidentes laborales fatales. «Deben ir a la cárcel, como cualquier delincuente», indicó.

Sequeira cayó de unos cuatro metros de altura el lunes pasado, al mediodía, y sufrió un fuerte politraumatismo de cráneo. Como no contaba con los mínimos elementos de protección, cayó sobre unos tacos de madera que le ocasionaron los golpes y escoriaciones. Tampoco estaba en regla la bandeja de protección obligatoria en las obras, que hubiera actuado como una contención.

«Nunca se vieron tantos accidentes de trabajo como ahora, pero tampoco existía este auge de la construcción. En este momento hay 2.500 obras en construcción, y la Municipalidad entrega los permisos de edificación sin mirar demasiado. Muchos constructores sólo tienen en cuenta la rentabilidad. Entonces, el comitente de la obra contrata a una empresa, que subcontrata a otra, y ésta a un tercero. Así, el último ofreció la mano de obra es muy barata, y no le alcanza para cumplir con los requisitos, no sólo de seguridad, sino también con los aportes», describió la cadena de informalidad que provoca los accidentes.

Palma se quejó también de la complicidad del Estado, al pedir que «las multas duelan, porque no puede ser que se arreglen con monedas, en un bar». El dirigente se refirió así al pago de coimas para la desaparición de expedientes que dejó al desnudo la detención del abogado Daniel Gazzera, del ministerio de Trabajo. «Estamos trabajando para combatir todo eso, con el ministerio y las cámaras empresarias de la construcción», prometió.

Fuente: www.pagina12.com.ar

Pese al arnés, un obrero cayó de un edificio en construcción y resultó con heridas leves

Rosario.- Un obrero resultó lesionado al caer desde el segundo piso de un edificio en construcción y golpear contra el techo de chapa de una playa de estacionamiento.

El hecho ocurrió esta tarde, en 9 de Julio al 1100. El trabajador se encontraba realizando tareas sobre dos maderas, dispuestas a manera de andamio, cuando se precipitó sobre el techo de un estacionamiento lindero.

Pese a que llevaba arnés y se encontraba atado a una soga, el obrero golpeó fuertemente contra las chapas, ocasionando un estruendo que sobresaltó a los empleados de la playa de estacionamiento que tiene entrada por Mitre.

El trabajador sólo sufrió lesiones leves.

Hace aproximadamente un mes, una medianera de la misma obra se desmoronó, rompió el tinglado y causó daños en algunos autos.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Aclaración por una obra en construcción

Ramón y Fernando Sosa, responsables de la empresa que construye un edificio en 9 de Julio 1178, aclararon a LaCapital que el obrero que cayó el lunes desde un segundo piso de la estructura que se está levantando en ese lugar «tenía todos los elementos de seguridad, y por eso quedó colgado de una soga y sufrió heridas leves».

Su versión se contrapone con lo relatado por una vecina, que había indicado que el trabajador dio contra el techo de chapa de un estacionamiento. También precisaron que la pared lindera que se desmoronó hace un mes no pertenece a la misma obra, como consignó este diario ayer, sino a otra que está al lado.

Fuente: www.lacapital.com.ar

Murió el obrero que se accidentó el lunes en una obra en construcción

Luego de pelear por su vida durante cinco días, el sábado a la noche falleció Miguel Sequeira, un obrero de 41 años que trabajaba en la ampliación del jardín de infantes del Colegio Dante Alighieri, en Alvear al 1100. Con su muerte llegaron a seis los accidentes fatales sufridos este año por trabajadores de este gremio en Rosario.

Sequeira trabajaba en la construcción desde hacía más de 10 años y nunca había sufrido un accidente. El lunes, a las 10.45, cayó del primer piso y golpeó la cabeza contra unos tacos de madera clavados en el piso. Inmediatamente fue trasladado al Sanatorio Laprida donde lo internaron en terapia intensiva.

«Llegó con traumatismo de cráneo, tórax, abdomen y fractura en una pierna», detalló el director del nosocomio, Néstor Sosa. «Se había logrado recuperar bastante, de hecho estaba consciente y la tarde del sábado se incorporó y pudo hablar con su esposa», recordó el médico.

Sin embargo, unas horas después Miguel Sequeira perdió la vida al sufrir un paro cardiorrespiratorio. «Justo llamé al sanatorio y escuché el llanto desgarrador de la esposa», se lamentó Sosa.

¿Hasta cuándo? Muchos rosarinos se preguntan hasta cuándo seguirán sucediendo estos accidentes fatales que podrían evitarse. Es que Miguel Sequeira es el sexto albañil en morir en un accidente laboral en lo que va de 2008 en la ciudad. No hay consuelos para su familia ni para sus compañeros.

En esta línea, los miembros de la ONG Manos a la Obra reclaman una jornada de duelo para que terminen de una vez los accidentes laborales en las obras de construcción. «Hablaremos con la gente de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y con Néstor Ferraza de la Confederación General del Trabajo de Rosario (CGT) para unirnos en un día de duelo», adelantó Narciso Canteros, desde la organización.

Al cierre de esta edición se mantenían conversaciones entre las distintas entidades para concretar la jornada de duelo para la tarde de hoy. «Desde Manos a la Obra vamos a impedir que cualquier obrero trabaje esta tarde», advirtió Canteros.

Causa abierta. La obra en construcción donde se accidentó Sequeira ya había sido clausurada dos veces. Además, se confirmó que el obrero no tenía los elementos de seguridad en el momento del percance.

La subsecretaria de Coordinación para el Trabajo Decente de la provincia, Alicia Ciciliani, confirmó que la obra de Alvear 1154 había sido inspeccionada tres veces y que ya cargaba con dos clausuras previas por riesgo de derrumbe.

La funcionaria agregó ayer que desde la dependencia se presentarán como particulares junto a los familiares ante la Justicia. Además, ratificó que ya se hicieron todas las presentaciones y los antecedentes de esta obra en construcción a la fiscalía y para que el juez determine si hay responsabilidades penales. «Este hecho agrava aún más la situación para la empresa constructora», afirmó la funcionaria.

En tanto, el cuerpo del obrero fallecido fue trasladado ayer, luego de ser velado (ver aparte) al Instituto Médico Legal donde se le realizará una autopsia.

Fuente: www.lacapital.com.ar

FALLECIÓ EL ALBAÑIL QUE EL PASADO LUNES CAYÓ DE UNA OBRA

Tras pasar más de cinco días internado, anoche falleció el albañil que el pasado lunes había caído desde el primer piso de una obra en construcción y había sufrido un fuerte politraumatismo de cráneo.

Aproximadamente a las 20 de ayer, Miguel Sequeira, de 40 años, falleció en el sanatorio Laprida, al que había sido trasladado el pasado lunes, tras el accidente. La víctima se precipitó desde el primer piso de una obra de Alvear al 1100, en el Jardín de Infantes Asociación Cultural Dante Alighieri.

Sequeira, que presuntamente no contaba con los elementos mínimos de seguridad, habría caído sobre unos tacos de madera que le ocasionaron un traumatismo de cráneo y escoriaciones. Fuentes del sanatorio confirmaron la muerte del trabajador.

Fuente: www.agenciafe.com

PROCESARON A DOS JEFES DE LA ACEITERA POR LA MUERTE DE OBRERO, ASFIXIADO EN UN DEPÓSITO DE GRANOS

El juez Tutau halló responsables al supervisor y al jefe de Seguridad e Higiene de la planta de San Lorenzo, por no brindar los elementos de seguridad que hubieran evitado la muerte del trabajador Ramiro Burgueño, el año pasado. Susana Tejero dice que su hijo entró al silo con el capataz para evitar que lo despidieran. Sus compañeros se habían negado porque lo consideraban peligroso.

El juez en lo Penal Correccional de San Lorenzo, Juan José Tutau, procesó esta semana por â??homicidio culposoâ?? al supervisor y al jefe de seguridad del área de Seguridad de la aceitera Vicentín, al encontrarlos responsables de la muerte de Ramiro Burgueño, quien falleció el 15 de noviembre pasado por asfixia tras quedar sepultado por una montaña de pellets de girasol en un silo de esa planta que estaba casi en desuso.

El fallo â?? que es de primera instancia y será apelado por la defensa â?? es inédito en la agroindustria, el sector que está posicionado en dos rankings a la vez: es el principal exportador del país, y el segundo en la lista de accidentes de trabajo en Argentina. Así lo reconoció el propio ministro de Trabajo, Carlos Rodríguez: â??El agro tiene la segunda causa de mortalidad de trabajadores en la Argentina. Las muertes en silos son conocidas en sus causas desde hace infinidad de tiempoâ??, advirtió.

El juez Tutau procesó a los dos jerárquicos de Vicentín tras reunir las pruebas que confirmaron las imputaciones de la querella, la familia Burgueño, que se manifestó frente al juzgado de San Lorenzo para reclamar justicia por la muerte del muchacho de 23 años, con el argumento de que el fallecimiento se produjo porque â??no tenía la seguridad adecuada para trabajar en un siloâ??.

â??Después de inspeccionar la planta, ordenar peritajes con especialistas en seguridad e higiene y tomar testimonios a obreros y bomberos, el juez concluyó que estas dos personas no cumplieron con la obligación de brindar a Ramiro Burgueño los elementos de seguridad para que su vida no corriera riesgoâ??, aseguró Cristian Tombolini, abogado de la familia.

NO DEBER�A HABER MUERTO. La historia de este muchacho y su muerte demarcan el camino sinuoso por el que el ansia productiva se junta con la irresponsabilidad de la empresa, y del Estado, que hace rato perdió toda capacidad para controlar la salud de los trabajadores, y que ahora insinúa recuperar con la ley que instaura los comités mixtos en seguridad e higiene.

Ramiro murió el 15 de noviembre de 2007. Ese día tenía pensado afiliarse al Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, que se mantuvo al margen de todo el proceso judicial que Susana Tejero y Roberto Burgueño, madre y padre de Ramiro, emprendieron en solitario.

Cuando se produjo el accidente en el silo 8, Ramiro hacía más de dos meses que había ingresado en Adecco, empresa contratista que realiza tareas de forma tercerizada en Vicentín. Burgueño â?? quien había estudiado mecánica y electricidad â?? entró a la aceitera para llevar adelante tareas de mantenimiento.

El gigante exportador facturó 1.409 millones de dólares en 2007 en concepto de exportación de aceites y granos de soja y girasol. Antes de hacer pie allí, Ramiro hacía cobranzas en la zona para una odontóloga y ayudaba a su familia en la atención de la granjita que los Burgueño poseen en el frente de su casa, en Richieri al 200, de San Lorenzo.

â??Era un muchacho fornido. Jugaba al básquet en el club Garibaldi y practicaba nataciónâ??, recordó su madre, quien no puede olvidar el momento cuando escuchó en la radio que en Vicentín había ocurrido un accidente, y que un tal â??Ramírezâ?? había quedado sepultado bajo toneladas de pellet de girasol. â??Cuando oí lo del accidente le dije a mi marido que se fuera para Vicentín. Tenía el presentimiento de que ese tal â??Ramírezâ?? del que hablaban era mi Ramiroâ??, contó. El mal augurio se convirtió unos minutos después en una tragedia para los Burgueño.

Ramiro conocía desde hacía tiempo a Jorge Gamarra, quien le dio una mano para entrar a trabajar en Vicentín. Esa mañana del 15 de noviembre, este hombre reunió a los empleados del área y les propuso que dejarían de trabajar en el silo 9 para pasar al 8. Según Susana Tejero, â??a Gamarra los jefes le habían ordenado que llevara gente a trabajar a ese silo, que todos sabían que estaba en desuso. Por lo tanto, era muy peligrosoâ??.

Dos de los operarios más veteranos del grupo se negaron a transformarse en â??chucerosâ?? de ese depósito. â??Los amenazó y dijo que al que se negaba a entrar lo iban a echar. Y Ramiro aceptó para evitar que lo despidieranâ??, acotó la mujer. Burgueño y Gamarra se introdujeron en el silo con sus respectivas lanzas para â??romper el vacíoâ?? que se produce en el lugar cuando el grano o el pellet se apelmaza, e impide que fluya el producto hacia las cintas transportadoras.

Pablo Reghera, titular del Sindicato de Aceiteros, apuntó que los denominados â??chucerosâ?? â?? ahora extinguidos en Vicentín tras la muerte de Burgueño â?? â??tenían la labor de destrabar el funcionamiento del silo, cuando se apelmaza el grano a causa de la humedadâ??. Según comentó el sindicalista, ahora la empresa se comprometió a remover la carga de los silos cada 48 horas para evitar que los granos se atasquen.

Dentro del silo 8, Ramiro y Gamarra se pararon arriba de una parva de unos siete metros y con sus lanzas intentaron desbloquear la carga. Según Tombolini, el abogado de la familia, â??no tenían ni siquiera un arnés o un cabo de vida, algo que quedó demostrado con el testimonio de los bomberos que sacaron a los operarios debajo de la montaña de pelletsâ??. Cuando rompieron el denominado â??vacíoâ??, la enorme montaña los tragó, y quedaron enterrados bajo toneladas de pellets, el desperdicio de lo que queda del prensado de girasol. Gamarra sobrevivió de casualidad tras permanecer más de cuatro horas sepultado. Pudo respirar por una rejilla por la que los bomberos le pasaban oxígeno. Pero Ramiro falleció por asfixia.

Cifras negras

Un informe elaborado por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) detalla que durante el primer semestre de 2008 se produjeron en Santa Fe un total de 57 denuncias de accidentes mortales, de los cuales 29 fueron laborales, 19 ocurrieron durante el traslado del trabajador a su domicilio o viceversa, 5 no laborables, y 4 fueron calificados como en situación «no determinada».

De los 29 accidentes laborales mortales, 13 se produjeron en el rubro transporte, 9 en la construcción, 4 en la manufactura, 1 en telecomunicaciones, 1 en el agro y 1 la actividad de extracción de arena, cita el informe de la SRT.

Fuente: www.agenciafe.com