La Audiencia culpa en parte al fallecido en un accidente laboral

La Audiencia Provincial de Cádiz ha rebajado un 20% la indemnización que fueron condenados a pagar, como responsables de un accidente laboral mortal, siete responsables de la obra en la que falleció electrocutado un trabajador. La nueva sentencia sobre el caso, que revoca parcialmente una anterior, considera que del accidente fueron culpables los condenados (un constructor, tres arquitectos, una aparejadora y dos encargados de obra) debido al incumplimiento de las normas de seguridad en la obra en la que se produjo el siniestro. Pero también estima la resolución que la víctima tuvo en parte la culpa debido a su conducta, por lo que decide disminuir la indemnización que fijó el juez de lo Penal.

El accidente ocurrió en noviembre de 1999 en una finca de San José del Valle en la que una constructora estaba ampliando una nave. Sobre la obra pasaban unos cables eléctricos que soportaban una tensión de 16.000 voltios. Esa línea tenía que haber sido inutilizada antes de ser iniciada la obra, según explican los hechos probados de las dos sentencias. Pero no fue así. Cuando Antonio Quiñones, oficial de primera, se encontraba manipulando una gavilla de hierro durante los trabajos de enfoscado de una fachada de la nave, recibió una descarga que le produjo la muerte por electrocución. Tenía 47 años, estaba casado y era padre de tres hijos de corta edad.

La viuda del trabajador renunció a ejercer acciones penales y civiles al haber sido indemnizada conjuntamente por la compañía de seguros de la empresa constructora, la propia constructora (en nombre de sus empleados) y los arquitectos.

El caso fue juzgado el año pasado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Jerez. La sentencia, dictada por el magistrado Manuel Buitrago, condenó a siete responsables de la obra porque consideró que incumplieron su obligación de dejar sin tensión la línea eléctrica y facilitar así un entorno de trabajo con las mínimas condiciones de seguridad.

El juez destaca en la sentencia que le resultó «curioso» que buena parte del juicio estuviese dedicado a discutir si la gavilla que cogió el trabajador fallecido era adecuada. Esto es, si la culpa del accidente fue del propio trabajador. Y anota el magistrado: «Resulta irrelevante la conducta de la víctima a causa de su propia imprudencia profesional derivada de su habituación al riesgo, pues por encima de ello está la obligación del empresario (y su personal con facultades de dirección) de cumplir y hacer cumplir las medidas de seguridad, medidas éstas que, como viene razonándose, con relación a la línea aérea de media tensión simplemente no existían».

La sentencia sobre el caso dictada por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Jerez, de la que ha sido ponente la magistrada Lourdes Marín, defiende ahora otra posición. Dice que el accidente lo provocó «la desidia, dejadez e incumplimiento de las normas de seguridad» y culpa de ello a los condenados. Pero afirma también que está acreditado que «el trabajador tomó una gavilla de seis metros pese a que se habían hecho de tres metros y que ello pudo ser la causa del accidente». Por lo que, agrega el tribunal, si bien no se comparte que exista culpa exclusiva de la víctima», ya que no era al trabajador a quien correspondía «adoptar la decisión de dejar inutilizada la energía, sí ha podido influir directamente en dicho resultado la conducta del trabajador, lo que en todo caso determina una concurrencia de culpas».

De acuerdo con ese criterio, el tribunal considera que la intervención de la víctima influyó en el resultado del accidente pero no de forma «determinante ni relevante», sino «en un 20%», que es el porcentaje que, por tanto, estima que debe disminuir la indemnización fijada en la sentencia.

La primera sentencia no sólo fue recurrida por la defensa de los procesados. La Fiscalía también presentó un recurso. La Audiencia lo estima en parte al aumentar de un año de prisión a un año y medio la pena que fue impuesta a cinco de los siete condenados.

Fuente: www.europasur.com

Atropelló a su compañero de trabajo; murió

Un hombre que fue identificado como Carlos Rodríguez Rodríguez, de 25 años de edad, falleció después de haber sido atropellado por el conductor de un camión recolector de basura, de la empresa Pasa.

Tanto el conductor del camión, como la persona que resultó atropellada eran compañeros de trabajo y al parecer se trató de un accidente.

Los hechos se registraron a las 9:00 horas en las calles Privada Isla Mujeres y Juan Balderas de la colonia Chihuahua.

Fuente: Fuente: www.omnia.com.mx

Fallece empleado de concesionaria recolectora de basura

Un empleado de la empresa Promotora Ambiental de La Laguna, perdió la vida tras ser atropellado por la unidad en la que trabajaba mientras realizaba el servicio de recolección de basura.

La empresa Promotora Ambiental de La Laguna, concesionaria del servicio de recolección de basura en el Municipio, informó que un empleado falleció en un accidente de trabajo, luego de que fue atropellado por la unidad en la cual desempeñaba sus labores.

El Gerente General de PASA, Jorge Ruiz informó que el empleado que se desempeñaba en la recolección de basura en una de las unidades, identificado como Carlos Rodríguez Rodríguez de 26 años, resbaló y quedó debajo de una de las llantas, justo cuando el camión se desplazaba en reversa como parte de sus maniobras regulares, sin dar tiempo al chofer de frenar o cambiar su dirección.

De acuerdo con el peritaje de la Dirección General de Tránsito, la unidad de PASA con placas nacionales DT17819, circulaba por la calle Isla Mujeres de sur a norte en la colonia Luis Echeverría, cuando tuvo que poner marcha en reversa por lo accidentado del terreno para avanzar un poco menos de cinco metros.

De acuerdo con testigos presenciales, Rodríguez Rodríguez resbaló a unos dos metros del camión, por lo que éste lo atropelló con las llantas posteriores del lado izquierdo, sin dar tiempo tampoco a que el empleado pudiera reaccionar.

El Gerente General de PASA, dijo que la familia de la víctima del accidente recibirá todo el apoyo de la empresa, el cual incluye los gastos del funeral y la pensión por muerte del trabajador.

Agregó que se tramitará lo conducente ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, para que la familia tenga acceso a los beneficios de ley, como parte de las prestaciones que la compañía ofrece a los empleados.

El chofer que quedó a disposición de las autoridades para deslindar responsabilidades, también está cubierto por un seguro de protección civil el cual incluye la fianza correspondiente.

â??La empresa lamenta el sensible fallecimiento de un compañero de trabajo, desgraciadamente este accidente es totalmente fortuito y se trata de un riesgo de trabajoâ??, apuntó Jorge Ruiz.

Fuente: http://elestatal.com

32 empleados de una empresa estuvieron expuestos a un agente cancerígeno sin saberlo

Cuatro de cada 10 obras en edificios peligrosos por contener amianto incumplen la normativa.

La Inspección de Trabajo ha decretado, tras una denuncia de CC OO, que la empresa textil Poliseda deberá velar hasta el año 2047 por la salud de 32 de sus empleados, a los que dejó expuestos al amianto en las obras de demolición de su fábrica en Alcalá de Henares. La empresa está obligada a realizar pruebas y seguir la evolución de sus trabajadores durante 40 años, periodo en el que las fibras de este mineral pueden causar cánceres mortales. Además, Trabajo ha encontrado que 100 de las 232 obras en edificios con amianto, un 43%, incumplían la normativa. Nueve de ellas serán multadas.

El amianto es un mineral que durante décadas fue una panacea: barato, ligero, resistente, maleable e ignífugo, fue masivamente usado desde los años cincuenta en todo el mundo como aislante en la construcción y la fabricación de maquinaria. Todas estas ventajas, sin embargo, no evitaron que en 2004 fuera prohibido su uso: aunque inofensivo cuando permanece estable, el amianto supone un grave riesgo cuando es manipulado y libera fibras microscópicas. �stas, al ser aspiradas, pueden incrustarse en los pulmones y causar -hasta cuatro décadas más tarde- cánceres mortales en pulmones, pleura o peritoneo (membrana que recubre los órganos abdominales).

El caso de Poliseda es un ejemplo de los problemas que el amianto supone hoy. Su fábrica, construida en 1964 y con amianto en su interior, empezó a ser demolida en octubre de 2005. Además, la factoría contenía amianto friable, el más peligroso para los trabajadores y usado para recubrir tuberías.

La empresa cumplió en un primer momento la normativa vigente, que obliga a elaborar un plan especial «para retirar el amianto sin poner en riesgo la salud de los trabajadores y de la población residente cercana», explica Javier Vallejo, director general de Trabajo de la Consejería de Empleo y Mujer.

Compañías autorizadas

Este plan debe ser ejecutado por alguna de las 84 compañías autorizadas en la región para manipular amianto y requiere la aprobación de Empleo tras sendos informes de la Inspección de Trabajo y del Instituto Regional de Seguridad en el Trabajo.

En total, según Vicente Mora, jefe provincial de la Inspección de Trabajo, en 2006 fueron presentados en la región 208 planes para acometer obras en instalaciones con amianto. Sobre ellos, de oficio o tras la denuncia de los sindicatos, Inspección llevó a cabo 232 actuaciones. «En 100 se encontraron infracciones de seguridad con el manejo del amianto», explica Mora. En estos casos, Trabajo presenta a la empresa un requerimiento para que subsane las deficiencias. «En nueve casos, sin embargo, las compañías no actuaron diligentemente y se ha abierto un expediente sancionador», añade.

En estos casos, como en Poliseda, el expediente lleva aparejada la suspensión de las obras. Fuentes de Trabajo señalan que «Poliseda empezó bien el proceso, pero luego encontraron más amianto en lugares no previstos». A partir de ese hallazgo, a finales de octubre la empresa incumplió la normativa, al no proteger la salud de los trabajadores y seguir desescombrando.

CC OO denunció el caso y ahora el Gobierno regional ha obligado a la empresa a reelaborar el plan original. Según la resolución de la Inspección de Trabajo, al menos 32 trabajadores ajenos a la demolición -y, por tanto, sin la formación y equipos necesarios para evitar los riesgos de exposición al mineral- trabajaron en el desmontaje de maquinaria y tuberías con amianto. Pudieron estar expuestos, así, a las fibras del agente cancerígeno.

Por ello, Trabajo obliga ahora a la empresa a someter a estos empleados a análisis y controles médicos periódicos para vigilar su estado de salud durante los próximos 40 años.

Poliseda, mientras, tiene desde el 9 de enero paralizada la desmantelación de su fábrica, ubicada a 400 metros de un colegio y a un kilómetro de las primeras viviendas. «El riesgo de exposición de esa población que habita en el entorno de la fábrica es casi nulo. El amianto está todo dentro de la fábrica y el viento no lo puede propagar», explica Carmelo Plaza, secretario de Salud Laboral de CC OO-Madrid. La empresa deberá elaborar un nuevo plan de actuación y, hasta que no sea aprobado, mantener aisladas las zonas de riesgo.

Ã?ngel Cárcoba, de CC OO, asegura que casos como el de Poliseda – «en el que la Comunidad no intervino hasta la denuncia que presentamos» – ilustran «el incumplimiento generalizado de la normativa sobre amianto que sufren los trabajadores en Madrid ante el escaso control del Gobierno regional».

Empleo y la Inspección de Trabajo, en cambio, sostienen que en la región «se está aplicando de forma estricta la normativa para proteger a los trabajadores». Vallejo asegura que «en 2006 había 114 inspecciones programadas y se llevaron a cabo 232, más del doble». «Para 2007 tenemos previstas más de 150 inspecciones», añade.

El incumplimiento de la normativa sobre amianto es sancionado como una falta grave o muy grave sobre la salud de los trabajadores. Las multas por infracción grave oscilan entre 1.500 y 180.000 euros; las muy graves pueden alcanzar los 600.000 euros.

DANIEL VERDÃ? / ORIOL GÃ?ELL – Madrid – 15/02/2007

Fuente: www.elpais.com

Alarma en el polígono de Pedrapartida por la explosión de un tanque de serrín

La explosión de un depósito de serrín en las instalaciones de una fábrica de madera del parque de Pedrapartida alteró ayer la actividad del polígono que, poco después del mediodía, iba a concluir la jornada. Los Bomberos de Betanzos se emplearon a fondo para devolver la tranquilidad a la nave.

El suceso se produjo a última hora de la mañana en una planta de tratamiento de madera prensada. Inmediatamente, tras recibir una llamada de aviso del Servicio de Emergencias 112, una dotación del Parque Comarcal de Bomberos de Betanzos, se trasladó hasta la zona del suceso. En el momento de la explosión, los trabajadores se encontraban bastante alejados del tanque, por lo que no se produjeron heridos, si bien sí se registraron importantes daños materiales. La onda expansiva alcanzó a los vehículos de los empleados y de la propia empresa, aparcados en las inmediaciones.

Una condensación de gases en el interior del silo pudo ser la causa del incidente. Desde los servicios de extinción indicaron que una acumulación de tóxicos y aire en el interior de estos depósitos convierte el serrín y residuos de la madera en auténtica pólvora. «O serrín arde moitas veces sen chama de forma incandescente e o polvo que produce é moi inflamable, polo que é posible que, na maioría dos casos, se produzan explosións», indicaron desde el parque betanceiro. El silo quedó totalmente destrozado como consecuencia del fortísimo impacto.

Labores

Los bomberos brigantinos se emplearon a fondo durante más de dos horas para tratar de devolver la normalidad a la fábrica y, en consecuencia, a todo el parque empresarial de Pedrapartida, alarmado por el estruendo.

En las labores de extinción participaron un jefe de turno y tres bomberos en dos vehículos autoescalera y nodriza. Para sofocar las llamas en la parte alta del depósito (de más de cinco metros) y refrigerar el entorno, los efectivos participantes tuvieron que usar equipos de protección respiratoria. Una vez controlado el fuego, realizaron trabajos de prevención, a fin de evitar que se reavivasen las llamas y que, por conducción, el calor pasase de un extremo a otro de la estructura.

L. T. > BETANZOS

Fuente: www.elidealgallego.com

Explosión de un camión de gasolina dejó un herido

La explosión de un camión de gasolina dejó una persona herida ayer, a las 4:00 de la tarde, en el sector Milagro Norte, detrás del colegio Antonio Rosmini.

El herido fue identificado por sus compañeros de trabajo como José Ramírez, de 45 años, y es el conductor del vehículo de combustible.

El sargento primero William Fernández, perteneciente al Cuerpo de Bomberos Marinos de Maracaibo, informó que Ramírez estaba surtiendo al tanque de combustible cuando se produjo el accidente.

Las llamas alcanzaron un poste de alumbrado eléctrico y dejó sin electricidad al sector.

â??No sabemos si fue un corto circuito o una falla del transporteâ??, manifestó Elio Huerta, trabajador de la bomba Marina San Benito, que distribuye combustible a las lanchas de los pescadores.

Huerta trasladó a Ramírez en un vehículo particular hasta la emergencia del Hospital Adolfo Pons.

Jhon Bravo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo, informó que el camión contenía 15 mil litros de gasolina de 91 octanos.

â??Se iniciaron las investigaciones para conocer las causas del incendioâ??, señaló Bravo. Ramírez presentó quemaduras en el 35% del cuerpo.

Texto: José Manuel Luengo

Fuente: www.panodi.com

EXPLOSION CAUSO LA MUERTE A CUATRO PERSONAS

MONTEVIDEO, 14 (ANSA). Cuatro personas murieron y más de una decena resultaron intoxicadas a raíz de un escape de gas amoníaco en un barco pesquero de bandera coreana, atracado en uno de los muelles del puerto de Montevideo, según fuentes oficiales.

El accidente se registró en el barco «101 Sea World» de bandera coreana, que había llegado ayer a puerto después de operar en aguas del océano Atlántico, dijo a ANSA el jefe de relaciones públicas de la Armada uruguaya, capitán Alejandro Añón.

Añón señaló que la pérdida de gas provocó una microexplosión que provocó la muerte inmediata de los cuatro marineros que se encontraban en la sala de máquinas del barco.

Fuente: www.ansa.it