Aumenta La falta de seguridad en el sector de la construcción

Los accidentes de trabajo en el sector de la Construcción no cesan. La falta de seguridad y de medidas adecuadas de prevención son dos de las principales razones de la elevada siniestralidad, unidas a la precariedad laboral y al encadenamiento de contratas.

La salud laboral en el sector de la Construcción no es un tema prioritario para los empresarios. Es un sector que cuenta con una elevada siniestralidad laboral y en el que se demuestra que las medidas de seguridad y de prevención de riesgos laborales brillan por su ausencia en la mayoría de las obras. Esta semana pasada el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno de Lakua, Joseba Azkarraga, reconoció que «los incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales siguen estando relacionados, principalmente con los riesgos que más accidentes mortales provocan, como son las caídas en altura».

Los datos se refieren a los controles específicos que desde Osalan y la Inspección de Trabajo se realizaron en las obras del año pasado. Las caídas perimetrales suponen el 35,33% de los accidentes mortales en el sector de la Construcción; otro 27% son caídas por los huecos internos y las escaleras; un 11,79% se producen desde los tejados y un 17,95% caen de los andamios. En un 16,42% de las obras, por otro lado, había deficiencias en cuanto al uso de los equipos de protección individual.

Vulneración de la normativa

La vulneración de la normativa en materia de prevención de riesgos laborales es constante. José María Aizcorbe, jefe de la Unidad de Prevención de la Construcción del Instituto Navarro de Salud Laboral, reconoce una tendencia progresiva a la siniestralidad en el sector. Entiende que es preocupante, porque en el análisis que realiza sobre la situación de las obras de construcción en Nafarroa detecta numerosos incumplimientos de la legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo. A su juicio, la Construcción presenta peculiaridades distintas a los otros sectores, porque «se produce una elevada subcontratación, destajos, fuertes ritmos de trabajo, falta de planificación, descoordinación de las empresas e infinidad de tareas peligrosas».

Aizcorbe señala los pasos necesarios para mejorar la prevención. En primer lugar, la instalación eléctrica provisional de la obra debe estar en condiciones adecuadas y con seguridad. También en la obra se debe garantizar la iluminación adecuada para evitar contratiempos. Tiene que haber protección adecuada de zanjas en los vaciados en fase de cimentación.

Otros elementos necesarios son las diferentes protecciones para evitar precisamente las caídas desde alturas. El responsable del Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) reconoce que, si bien se está evolucionando a una protección mejor, todavía «hay deficiencias en las redes» y asegura que en el momento de su colocación «los trabajadores no suelen estar sujetos con los arneses necesarios». También detecta «falta de previsión y existencia de anclajes para el amarre del arnés de seguridad en zonas de riesgo». Sobre la maquinaria que se utiliza en las obras, el técnico en prevención navarro reconoce que sí se ha avanzado en la consecución del etiquetado correspondiente a la CE, pero «no ha cuajado la idea de la obligación que tiene el empresario de revisar y adecuar» la maquinaria a los diferentes reglamentos para la evaluación de riesgos.

En relación a los andamios, José María Aizcorbe reconoce que «en la mayoría de los casos» incumplen la normativa técnica, aunque los sistemas prefabricados y más modernos «cuentan con mayor seguridad» en todo el proceso. En cuanto a la redacción de los planes de seguridad y salud de las obras, «instrumento básico para la plantificación de la prevención en la obra, hay que decir que su evolución es lenta».

En octubre del año pasado se aprobó la normativa sobre la subcontratación que limita y se supone que permitirá que haya una reducción de los accidentes de trabajo. Sin embargo, la realidad está demostrando que los empresarios no cumplen con las medidas de prevención en todos sus términos.

Un arrantzale de lekeitio fallece en La Rochelle al caer al agua por una ola

Un arrantzale de 44 años de Lekeitio falleció ayer entre Burdeos y La Rochelle, según informó EITB. El tripulante del arrastrero Lafon, de Ondarroa, cayó al mar empujado por el gran oleaje. Tras ser rescatado, sufrió una insuficiencia cardiaca, según esas fuentes, y falleció. Las condiciones de la mar provocaron un movimiento del barco, que fue lo que motivó la caída del arrantzale. El trabajo en alta mar es, según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una de las actividades más peligrosas. Los agentes sindicales denuncian que la falta de seguridad a bordo de los buques, unida a jornadas laborables prolongadas, provocan fatiga. Si a esto se le une las malas condiciones climáticas, el riesgo aumenta. Con este accidente de trabajo mortal suman ya, al menos, quince trabajadores fallecidos en lo que llevamos de año en Euskal Herria. J.B.

Juanjo BASTERRA

Fuente: www.gara.net

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