Graciela contó por Radio 2 de los minutos de terror que pasó cuando vio la camilla de su madre colgando del elevador en movimiento. “La médica de guardia lloraba”, contó.
Un caso en el Pami I que estremece.
Las quejas sobre el Pami I se apilan desde hace tiempo. Sin baños en condiciones, pacientes y personal deben usar sanitarios químicos cuyo estado deja mucho que desear. Pero este miércoles se conoció una historia límite. Una mujer casi muere por un ascensor averiado. La paciente, que debía ser trasladada al primer piso a cirugía, quedó colgada del elevador en movimiento. Todo esto, frente a los ojos de su familia.
El caso, en tanto, disparó otros reclamos. Una oyente de Radio 2 contó que hace poco, tuvo que esperar seis horas a que movieran al cadáver de un ser querido de la habitación, una vez más, porque el ascensor no funcionaba.
“La médica de guardia lloraba”, recordó Graciela, que en contacto con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf, contó de los minutos de terror que pasó cuando vio que las piernas de su madre pendían del elevador y éste seguía su camino hacia arriba.
La mujer señaló que con su marido e hijo la llevaron este miércoles a la madrugada al centro de salud de Sarmiento y Tucumán por un severo golpe en la cabeza. Apenas la ingresaron el diagnóstico indicaba una operación de urgencia. Pero como las puertas del ascensor no funcionaban, no sabían cómo llevarla al quirófano del primer piso. El ángulo de las escaleras impedía subirla por allí.
Los médicos entonces –continuó– pidieron permiso al director Felipe Imhoff para retirar las aberturas y usar así el elevador, cosa que hicieron. No contaron que sin ellas, el dispositivo que, estando una puerta abierta evita que el ascensor se mueva, tampoco funciona.
Entonces, algún inadvertido de lo que sucedía en la planta baja pulsó el botón y el ascensor –con la camilla a medio meter y los camilleros– inició el viaje arriba.
Los camilleros se arrojaron al piso y empujaron en el mismo sentido a la paciente. “Lograron sacarla pero casi que la parten al medio porque el ascensor no paraba”, rememoró Graciela que ahora reclama, no sólo por el lamentable estado del Pami 1, sino por que alguien se haga cargo de su madre que en todo este tiempo no consiguió la cirugía que necesitaba.
“Nadie dio la cara”, se quejó. Sin camas en ningún hospital, la mujer continuaba internada en la guardia del Pami.