Según Greenpeace, el accidente nuclear causó cerca de 200.000 muertes entre 1990 y 2004 en Ucrania, Bielorrusia y Rusia. La ONU habla de 4.000 víctimas por cáncer atribuibles a la contaminación radioactiva.
El desastre nuclear de Chernobyl causó cerca de 200.000 muertes entre 1990 y 2004 en Ucrania, Bielorrusia y Rusia, según un informe presentado hoy en la capital rusa por la organización ecologista Greenpeace.
«Un último estudio bajo el auspicio de la Academia de Ciencias de Rusia señala que los problemas son mucho mayores que los predichos por investigaciones anteriores», dice el documento, que cita un informe de 2005 del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que estima en 4.000 las muertes que causará todavía Chernobyl.
El informe, de 132 páginas, señala que «cifras publicadas más recientemente señalan que solo en Ucrania, Bielorrusia y Rusia se produjeron 200.000 muertes adicionales como resultado del accidente» de Chernobyl.
«Sólo el análisis de las enfermedades oncológicas muestra que cerca de 100.000 de futuras muertes por cáncer en el mundo serán a consecuencia de la catástrofe de Chernobyl», subraya el documento.
Las estadísticas oficiales de Naciones Unidas predicen 4.000 muertes adicionales por cáncer atribuibles a la contaminación radioactiva de Chernobyl.
Los ecologistas basan su pronóstico en un análisis de las estadísticas oficiales de cáncer en Bielorrusia.
«Los datos contenidos en este informe rechazan las conclusiones del OIEA, que señalan que las consecuencias de la avería de Chernobyl no fueron tan graves como se creía en un comienzo», dijo Vladímir Chuprov, jefe del departamento de Energía de Greenpeace-Rusia, al presentar en rueda de prensa el documento.
Chuprov recalcó que esas conclusiones del OIEA son una «prueba de la inmoralidad de las ideas sobre el ulterior desarrollo de la energética nuclear».
Según la organización ecologista, la superficie contaminada con cesio-137 a consecuencia del desastre nuclear de Chernobyl fue de 45.260 kilómetros cuadrados, sin contar los territorios de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, los países más afectados por el desastre.
El documento señala que sin nuevas investigaciones es imposible conocer el impacto final del mayor desastre en la historia del uso pacífico de la energía nuclear en la salud de los seres humanos.
«Veinte años después del desastre nuclear de Chernobyl la necesidad de continuar los estudios de sus consecuencias a largo plazo es más acuciante que nunca», subraya el informe de Greenpeace.
De acuerdo con datos de la organización ecologista, entre cinco y ocho millones de personas viven hoy, veinte años después, en zonas altamente contaminadas con elementos radiactivos tras Chernobyl.
El informe de Greenpeace recoge un análisis exhaustivo de las enfermedades provocadas por los efectos de la radiación en el organismo de las personas, en particular de las patologías de los sistemas inmunológico y endocrino, así como de las enfermedades de la sangre y de afecciones congénitas.
«Veinte años después de Chernobyl casi la totalidad de los ‘liquidadores’ (los participantes en los trabajos para impedir que la contaminación radiactiva de Chernobyl continuara su propagación) presentan insuficiencias inmunológicas», dijo la profesora Ida Oradóvskaya, del Instituto de Inmunología de Rusia.
Oradóvskaya señaló que entre el 80 y 84 por ciento de los «liquidadores» sufren de tres o más enfermedades crónicas, como arteriosclerosis, hipertensión o insuficiencia cardiovascular.
«Son enfermedades habitualmente de personas mayores, pero los ‘liquidadores’ las desarrollan diez o quince años antes, lo que habla de su envejecimiento prematuro», añadió la profesora.
Según la doctora Galina Rumiantseva, del Instituto de Psiquiatría Serbski, la observación prolongada de más de 2.000 «liquidadores» muestra que el 40 por ciento de ellos sufren enfermedades cerebrales.
El 26 de abril de 1986, dos explosiones atribuidas a una cadena de errores cuando se realizaban unas pruebas en el reactor número cuatro de la planta ucraniana de Chernobyl provocaron la catástrofe.
Con motivo del vigésimo aniversario de esa tragedia, en Ucrania, al igual que en Bielorrusia y Rusia, se celebran conferencias científicas y una serie de actos recordatorios.
Fuente: Efe