Renfe explica con datos de la caja negra y de su investigación los aspectos principales del siniestro. ESPECIAL Accidente del tren de Santiago. Renfe admite que los sistemas de seguridad son mejorables
El presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, durante el minuto de silencio antes del inicio de la comisión. / ULY MARTÍN
El presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, ha explicado a los diputados de la comisión de Fomento aspectos relacionados con el maquinista del tren accidentado, las características de la máquina que descarriló y las circunstancias previas al siniestro. Estas son las partes principales de su intervención:
Historial del maquinista del tren siniestrado.
Es empleado de Renfe desde 1992. Obtuvo la habilitación para la línea Ourense-Santiago en febrero de 2012 y el permiso para conducir la serie 730 en noviembre de ese mismo año». Renfe requiere del maquinista una declaración jurada sobre aspectos de su salud. El maquinista superó las prueba de actitud psico-física. De acuerdo con la edad del maquinista las pruebas tiene validez hasta el 21 de septiembre de 2013.
Una larga jornada laboral.
El maquinista toma el tren en la estación de Ourense a las 20.06. Hasta la hora de coger el tren accidentado el tiempo de conducción efectiva del maquinista ese día había sido de dos horas y 42 minutos habiendo realizado una jornada laboral de ocho horas y 46 minutos. Don Francisco José Garzón que se puso a los mandos del tren en el último tramo del trayecto, comienza su jornada a las 12.35 del 24 de julio»
El teléfono y el maquinista.
«Existen tres procedimientos de comunicación con el maquinista: teléfono tren-tierra (cuestiones con notificaciones reglamentarias o sobrepasar la velocidad…), sistema de interfonía interior del tren (sistema de megafonía interna). El tercer sistema del que dispone el maquinista es un teléfono profesional que tiene restringido el uso de llamadas al exterior. Debe llevar el teléfono en modo silencio, prohibido usar el correo electrónico. el teléfono puede emplear en determinadas circunstancias para sustituir el teléfono tren-tierra. El maquinista debe llevar desconectado cualquier medio de comunicación de uso particular».
El tren del accidente.
«El vehículo que sufrió el accidente forma parte de la serie 730. Son trenes aptos para el ancho de vía ibérico y europeo. Tiene capacidad para 264 plazas. Como cualquier otro vehículo ferroviario de Renfe estos trenes están perfectamente homologados para su servicio y prestación. Los trenes de la serie 730 cuentan con el sistema ASFA, que no permite superar los 200 kilómetros por hora».
El accidente, desde la caja negra.
«El itinerario del tren hasta la zona del accidente no tiene hitos remarcables. Las pantallas de proximidad son tres cartelones verticales situadas junto a la vía, la primera de ella situadas 500 metros antes de la señal avanzada que anuncia una zona compleja, con cambios de vía. Estas señales son importantes para los maquinistas pues deben comenzar a reducir la velocidad de la máquina. La señal avanzada de A Grandeira es una señal luminosa grande. En el kilómetro 84 comienza el tramo de velocidad a 80 kilómetros por hora que se extiende hasta el kilómetro 85 donde la velocidad será a 75 kilómetros por hora. Los datos de la caja negra explican que a las 20.36 suena una llamada telefónica en la cabina que se responde a las 20.39. El tren circula a 199 kilómetros por hora A las 20.40 se escucha el último sonido de voz del maquinista, alarmado». La caja negra confirma que la baliza estaba en verde por lo que no había otro tren en la vía. El paso por la baliza es de 195. A las 20.41 se aprecia en la caja negra el sonido del descarrilamiento a una velocidad de 179 kilómetros por hora.
Indemnizaciones y defensa del maquinista
Renfe ha consignado 2,7 millones de euros para atender a las víctimas del siniestro. Ha recibido 23 solicitudes de anticipos de familias con fallecidos. Abonará 25.000 euros a los familiares de las víctimas mortales y 5.000 a quienes hayan sufrido heridas de gravedad. Los heridos leves serán indemnizados con 1.500 euros. La aseguradora de la compañía se hará cargo de los gastos de la defensa del maquinista, Francisco José Garzón.