Una explosión en la planta de secado ha afectado a las operaciones

La depuradora del Besòs, en funcionamiento desde hace ocho años, sufrió una explosión en julio del año pasado, que causó la muerte de un operario y dejó heridos a otros dos. Las máquinas de secado de los fangos, donde se opera a temperaturas superiores a 200 grados centígrados, quedaron afectadas por el accidente y la planta redujo su capacidad al 50% los días siguientes.

Tras los cambios de esquemas para garantizar una mayor seguridad en el recinto, los malos olores son más frecuentes. Los resultados de la prueba de malos olores determinarán si la planta tiene responsabilidad en el hedor que afecta a la zona.

Fuente: www.elperiodico.com

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