Un pintor cayó desde un noveno piso al patio de una vivienda lindera

El jueves, minutos antes de las 9, el ruido de un golpe seco sobre un techo de tejas despabiló a vecinos de barrio Sur, cuando un joven pintor cayó desde un 9º piso al patio de la casa lindera. El episodio ocurrió en calle 1º de Mayo al 2.000, donde Juan Carlos Aguirre, de 27 años, realizaba trabajos en la pared sur de una torre de 12 pisos.

Al cierre de esta edición, el muchacho permanecía internado. El jefe de la Guardia del Hospital Cullen explicó que si bien Aguirre estaba lúcido y hemodinámicamente estable era necesario esperar, por lo menos 48 horas, para detectar heridas internas.

Aún resta determinar por qué fallaron las medidas de seguridad, si es que las tenía, y eso deberá investigarlo la Justicia penal correccional. Por el momento, con sus testimonios, los vecinos del propio edificio y del resto de la cuadra, fueron quienes aportaron datos que permitirán reconstruir cómo se produjeron los hechos.


Un balde y el ruido de la roldana

“Yo escuché un ruido en el fondo de mi casa, pero lo confundí con los sonidos del tránsito y de la calle”, contó Carolina, la dueña de la vivienda donde cayó Aguirre. “Al instante vinieron vecinos y cuando salí al patio la escena era terrible. Estaba el chico tirado y había pintura por todos lados”, agregó.

“Lo primero que hicimos fue tranquilizarlo y tratar de que no se mueva, llamamos a la ambulancia y lo trasladaron. Él estuvo siempre despierto”, continuó la joven y recordó que el día anterior, había caído en el patio de su casa un balde de pintura. “Con mi marido hablamos de lo peligroso que era, que podía golpear a uno de los chicos o incluso peor, si se caía alguien desde ahí. Temimos lo peor y ocurrió”, se lamentó.

Otro en ser de los primeros en auxiliar al trabajador fue un estudiante de primeros auxilios de la Cruz Roja, que desde el 12º piso sintió el ruido y al salir al balcón vio que caía la soga y la roldana.

“Pensé que se había soltado la silla de trabajo, pero inmediatamente lo vi al chico en el césped y bajé enseguida. Tratamos de inmovilizarlo y le hice las preguntas de rigor y respondía. Recordaba que estaba trabajando en el 9º u 8º piso y sus datos personales. Le dolía la zona lumbar e intentaba ponerse de costado”, contó el chico.

De la misma manera, describieron la situación otros vecinos que habitan en el edificio, cuyas fachadas, desde hace poco menos de dos meses están siendo arregladas. “Para mí es terrible lo que pasó, mi padres fallecieron en un accidente y esto me hace muy mal”, expresó una mujer que vive en el cuarto piso, desde donde Diario UNO tomó la foto del lugar del accidente.

El panorama era abrumador: las tejas rotas del techo a dos aguas donde golpeó el joven, los elementos de trabajo y litros de pintura blanca quedaron esparcidos en una superficie de más de 20 metros.

También quedó en el piso la pequeña tabla de madera sobre la cual el pintor estaba sentado trabajando. A simple vista, todos estos elementos indicarían que el sistema de seguridad con el cual estaba atado era precario. Ahora, la Justicia deberá determinar las responsabilidades de la empresa que contrató al muchacho y procurar su recuperación.

Más controles

Según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo de la Nación, durante 2010 hubo en la provincia de Santa Fe, 354 accidentes laborales graves, y desde el 1 de enero de 2011 hasta fines de mayo, los registros denotan un total de 125 siniestros laborales. El rubro que genera mayor accidentabilidad en Santa Fe es el agro, seguido por la industria y, en tercer lugar, por la construcción, que bajó del primer puesto que ocupaba en el 2008 por el aumento de los controles en las obras.

Fuente: www.boletinsantafesino.com.ar

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