El hombre de unos 50 años trabajaba en altura en los galpones de Ovidio Lagos al 4200. Confirmaron fuentes judiciales que no tenía elementos de seguridad colocados.
Tragedia. Los galpones de la firma Cinplast donde ocurrió el episodio ayer al mediodía. (Héctor Rio / La Capital)
Un obrero murió ayer al perder el equilibrio y caer desde una escalera desplegable sobre la que se encontraba trabajando. Si bien no se pudo detallar qué estaba haciendo el hombre, de unos 50 años, fuentes judiciales confirmaron que no contaba con las medidas de seguridad para hacer tareas en altura. El reclamo de la organización no gubernamental Manos a la Obra volvió a escucharse. Denunciaron “la falta de un castigo ejemplar para los responsables de los trabajadores muertos”, según indicó Narciso Canteros, quien recordó que la última muerte se produjo en octubre y ya adelantó que el lunes se movilizarán a los Tribunales provinciales en reclamo de Justicia.
El hecho se produjo casi sobre el mediodía de ayer en uno de los galpones de Ovidio Lagos 4230, donde funciona la firma Cinplast SA, y en la que por la tarde sólo quedaba un cartel en el portón principal que anunciaba “cerrado por duelo”.
El obrero, de unos 50 años, estaba subido a una escalera metálica, del tipo desplegable cuando perdió la estabilidad, cayó al piso y murió. Las primeras actuaciones las llevó adelante la Policía de Investigaciones (PDI) y, si bien no se precisó qué trabajo se encontraba realizando el hombre al que llamaban “El Poli”, sí se confirmó que se encontraba trabajando en altura sin contar con las medidas de seguridad necesarias.
“No estaba atado a nada”, confirmaron fuentes de la investigación y recalcaron que tampoco había en el lugar testigos del hecho. “Lo primero que se hizo fue un relevamiento de supuestos testigos, pero no había, ya que lo vieron directamente tirado en el suelo”, indicaron.
Denuncia. Quienes salieron al cruce ante el hecho fueron los integrantes de Manos a la Obra, una entidad que también funciona como bolsa de trabajo y que desde hace años viene reclamando tanto en el Concejo como en la Legislatura la aprobación del uso obligatorio de una “red de seguridad” para la prevención de muertes por caídas de altura.
“Los obreros se siguen muriendo y en ninguno de los últimos casos hubo una investigación y un castigo ejemplar para los responsables”, recalcó Canteros. El dirigente recordó que apenas hace dos meses, a fines de octubre, otro hombre de unos 60 años cayó de un andamio cuando levantaba una pared en la esquina de Oroño y Uriburu, en las casa central del corralón de materiales Angel Alvarez, y también falleció en el acto.
“Sigue sin haber penas y castigo”, insistió Canteros, y convocó para la semana próxima a movilizarse a los Tribunales provinciales para llevar ese reclamo.