En la obra de la nueva planta de deshidratación de leche de Noal, se produjo ayer un derrumbe, provocando la caída de los obreros que estaban haciendo la losa. Uno está en terapia, en observación y sin riesgo para su vida
La planta de deshidratación de leche de Noal fue el escenario del accidente
Los Bomberos de Villa María debieron pedir refuerzos a sus pares de Villa Nueva y al servicio 107, para trasladar con rapidez a los obreros accidentados ayer, alrededor de las 9 de la mañana, en la fábrica láctea ubicada en la ruta provincial 2.
Allí, la firma Noal está construyendo una planta de deshidradado de leche con un crédito del Bicentenario.
Fue en la obra, mientras la máquina estaba cargando el hormigón para la losa, cuando uno de los puntales de madera cedió, provocando un efecto dominó volteando al resto.
Así fue que se derrumbó el hormigonado de la losa en ejecución, con el cemento aún fresco, provocando la caída de los obreros que estaban a unos cinco metros de altura y heridas en otros empleados.
“Lo más importante es que ninguno de los heridos está grave ni corre riesgo su vida”, indicó Claudio Seia, de la firma Sefocons, la constructora que lleva adelante la obra.
“Ya llevamos hechas unas diez losas similares en esta obra sin problemas. Ayer, estábamos trabajando en el techo de un espacio de 6 metros por 15 metros”, agregó Seia.
A poco de producirse el accidente, llegó la Policía y los Bomberos para realizar el trabajo de traslado de once personas y control de la seguridad.
También se hicieron presentes técnicos de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo (Cymat), dependiente del Ministerio de Trabajo de la Provincia.
El titular de la delegación local de esa cartera, Ignacio Venencia, informó que “se hizo una clausura preventiva” hasta que se limpien los escombros y se termine de constatar todo. “Pero debo señalar que la empresa tiene todo en regla. Todo el personal estaba en blanco y cumplen con las medidas de seguridad exigidas”, agregó.
En el mismo sentido se expresaron Valeria Suárez, titular del área de Inspecciones Generales de la Municipalidad y Silvia Carriazo, de Obras Privadas, quienes se hicieron presente ayer en el lugar.
Desde la comuna local, confirmaron que en lo que hace a documentación e inscripciones, la empresa tiene todo en regla; lo mismo que en lo que hace a medidas de seguridad y calidad de los materiales utilizados.
La Policía, por orden de la Justicia, hizo igual el relevamiento con técnicos especializados, para determinar las causas del accidente.
Hasta el momento, hay dos hipótesis. Una, tiene que ver con las maderas de los puntales. Pese a que es madera nueva y de calidad, pueden producirse “debilidades” en los nudos, provocando que ésta ceda. La otra, es la que tiene que ver con la rapidez con que se carga el hormigón al encofrado. El trabajo que antes se hacía en 10 horas, los modernos sistemas de construcción permiten hacerlo en tres, lo que hace recargar la estructura con mucho peso en poco tiempo.
Los heridos
Anoche permanecían internados en la Clínica Marañón ocho de los 11 heridos.
Uno de ellos, el ciudadano paraguayo Luis Ortiz, de 54 años, permanece en terapia intensiva en observación debido al trauma de tórax que sufrió que requiere una observación de 24 a 48 horas. También tuvo fracturas.
El resto de los heridos permanecía en sala común para completar los estudios médicos. El diagnóstico de todos es de politraumatismo. Algunos tienen fracturas en miembros inferiores, otros en los miembros superiores, pero en general, están recuperándose favorablemente, informó el director médico de la Clínica Marañón, Darío Quinodoz.
La nómina de internados en sala común es la siguiente Luis Eduardo Arese, 76 años, ingeniero y jefe de obra; Gustavo Scarafía, de 49 años, trabajador de la empresa que proveyó la hormigonera y los obreros de Sefocons Milton Escobar (63), Urán Castillo (22), Miguel Recalde (28), Ricardo Santacruz (39) y Ramírez Eusebio (48).
Mientras tanto, ayer fueron dados de alta del Hospital Pasteur Tomás Guerreño (48), Catalino Almeida (38) y Benito Acosta, todos con politraumatismos que no ponen en riesgo su vida.
La mayoría de los obreros son ciudadanos extranjeros.