Realizaban un trabajo mecánico rutinario, de mantenimiento, en orden a retirar una bomba dañada. En la maniobra de reparación, extrajeron una válvula por la que fluye ‘licor negro débil’, que los trabajadores de la papelera que Ence tiene ubicada en Lourizán (Pontevedra) emplean para lavar la madera. Sin embargo, por causas que aún se investigan, el líquido siguió emanando y se derramó a unos 84 grados de temperatura sobre el cuerpo de tres operarios. Al cierre de esta edición, permanecían ingresados en la clínica Povisa de Vigo con pronóstico grave y entre un 5 y un 15 por ciento de sus cuerpos abrasados.
Las quemaduras fueron tratadas en un primer momento, según explicó el delegado sindical de CC.OO. en Ence, Francisco Luís López, con un producto nuevo cuya eficacia está probándose ante percances como el registrado en torno a las 10.30 horas de ayer. Los servicios de Urgencias recibieron la llamada de un enfermero de la factoría, ante la gravedad de las heridas, de primer y segundo grado, que presentaban A.C.V. -con un 15 por ciento de su superficie corporal quemada-; F.B.F., con el 10 por ciento afectado; y M.B.S., con un 5 por ciento, según el parte médico facilitado por el hospital. Reunidos de urgencia por la tarde, el comité de Seguridad de la pastera y los delegados sindicales de los trabajadores decidieron abrir una investigación que determine por qué se produjo el escape y repararlo de la manera oportuna.