Con la muerte ayer de un transportista en un accidente laboral sufrido en la localidad arabarra de Berantevilla son ya 66 las personas muertas en siniestros laborales en lo que va de año, después de que tres personas hayan fallecido en la presente semana.
Un camionero de 52 años y vecino de Logroño murió ayer tras caerle encima parte de la carga del camión que transportaba. El mortal accidente de trabajo tenía lugar sobre las 15:35 horas en una empresa de maderas del polígono industrial de la localidad arabarra de Berantevilla.
Al transportista, cuando descargaba el camión, le cayó encima parte de la carga ocasionándole la muerte. Un médico certificó el fallecimiento del trabajador.
También ayer, el comité de empresa de Carrefour de la localidad de Biana denunció la muerte de una compañera de trabajo en un accidente laboral in itinere, al tiempo que pidió la implantación de planes de movilidad preventivos.
Leire Núñez, de 18 años y vecina la localidad de Oion falleció el martes en un accidente de laboral al ser arrollada por un vehículo la moto en la que se dirigía desde el trabajo a su domicilio.
El comité de empresa, que en un comunicado expresa sus condolencias por la muerte de la joven, reclamó la implantación de planes de movilidad en las empresas y polígonos industriales ya que estos tendrían, afirma, «un efecto preventivo y evitarían muchos» de los accidentes que se registran en el trayecto de ida o vuelta del trabajo.
Entretanto, el instituto vasco de Salud y Seguridad laboral, Osalan, anunció ayer la apertura de una investigación para aclarar la muerte de un trabajador en la empresa Cafés La Fortaleza, de Gasteiz.
El trabajador, Rafael Montes Moreno, de 61 años, era maestro tostador y murió el pasado lunes, sobre las 10:45 horas, en el laboratorio de la empresa, su lugar habitual de trabajo.
A esa hora, un compañero lo encontró en el suelo del laboratorio, junto a la silla del ordenador, con un trauma en la cabeza. Todavía se desconocen la causas que provocaron la muerte.
Según las primeras averiguaciones de los técnicos de Osalan, el fallecido se encontraba introduciendo datos en el ordenador, en el registro de calidad, para realizar su trabajo de catador.
Con estas tres nuevas muertes, la cifra de trabajadores muertos en accidente laboral a lo largo del presente año se eleva ya a 66. Cifra escandalosa para un país que las autoridades, en muchas ocasiones, comparan con los estados más avanzados de Europa. El número de trabajadores muertos lo desmiente.
GARA | GASTEIZ