Erik Altmann. (Foto: G.L. Kohuth)
Las interrupciones breves son muy comunes en la sociedad actual, y van desde mensajes de texto llegando a todas horas, hasta un colega de trabajo que asoma la cabeza por la puerta e interrumpe una conversación importante.
Sin embargo, los errores que estas interrupciones provocan pueden ser desastrosos para profesionales tales como mecánicos de aviones y médicos de urgencias.
Las interrupciones cortas, como la de los pocos segundos que se tarda en silenciar el zumbido de un teléfono móvil, tienen un efecto sorprendentemente grande sobre la capacidad para completar con precisión una tarea, según los resultados de una nueva investigación dirigida desde la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos.
El estudio, en el que participaron 300 voluntarios realizando una serie de tareas mediante un ordenador, reveló que las interrupciones de alrededor de tres segundos duplicaban la tasa de errores.
A estas personas se les pidió realizar labores tales como identificar pulsando una tecla si una letra estaba más cerca del principio o del final del alfabeto. Incluso sin interrupciones, se cometió una cierta cantidad de errores.
A veces, a los participantes se les interrumpía, y se les pedía teclear dos letras, lo que suponía perder 2,8 segundos, antes de retornar a la tarea principal.
Cuando pasaba esto, los participantes eran dos veces más propensos a equivocarse en dicha tarea.
Erik Altmann, miembro del equipo de investigación y profesor de psicología de la Universidad Estatal de Michigan, confiesa haberse sentido sorprendido de que interrupciones tan cortas tuvieran un efecto tan grande.