La caldera de un beneficio de café, en la colonia Panting de Chamelecón, explotó este miércoles causando serios daños a la casa de María Antonia Villeda (54), donde cayó una pesada tapadera, pero ella en ese momento se levantó de una silla en el porche, para dirigirse a otro extremo del inmueble a sacar una ropa de la lavadora, por lo que se salvó de puro milagro.
La explosión de una de las calderas del beneficio de café dejó como resultado tres personas heridas, entre estas un menor de edad.
Minutos antes de la 1:00 de la tarde, Villeda se encontraba sentada en el corredor contemplando sus plantas, cuando repentinamente se paró, tras acordarse que tenía ropa en la máquina de lavado.
Pocos segundos después escuchó un estallido y que algo cayó sobre su casa, al tiempo que sintió un temblor, por lo que abrazó a una de sus nueras que la acompañaba, pues imaginó que se trataba de un terremoto.
Cuando todo volvió a la tranquilidad, junto a su pariente se percató que una pesada tapadera había caído en su casa, dañando parte del cerco y el techo; asimismo observó que en la sala había piedras y tierra.
Sin embargo, la mujer, quien tiene 30 años de residir en esa colonia, se preguntaba de dónde había caído tan pesada tapa.
Al momento que salió a la calle para percatarse de lo que estaba ocurriendo, escuchó el llanto y los gritos de los alumnos de la Escuela Ramón Villeda Morales, que está frente a su vivienda, pero seguía sin saber lo que había pasado.
Aún en medio de un mar de nervios, se acercó al centro educativo para preguntar qué había sucedido, por lo que algunas de las maestras le comentaron que una caldera del beneficio de café que está aproximadamente a 500 metros de distancia había estallado.
SE SALVÓ DE MILAGRO
Con la voz quebrantada, la mujer dio gracias a Dios, porque la protegió de la muerte, ya que la tapa de acero cayó a unos pasos de la silla, donde minutos antes permaneció sentada.
María Antonia Villeda se salvó de milagro, luego que la tapadera de acero cayera en el corredor de su casa.
“Cuando escuché el estruendo pensé que se trataba de un terremoto y que la casa me caería encima. No supe cómo reaccionar, me quedé paralizada, el cuerpo me temblaba, luego me puse a llorar, porque no sabía qué estaba pasando”, relató la afectada.
Agregó que espera que los propietarios de la empresa le ayuden a reparar los daños su vivienda, aunque “le doy gracias a Dios porque estoy viva de milagro, fue un gran susto el que nos llevamos, no solo yo, sino todos los vecinos, pues pensamos que se trataba de otra cosa”.
Al igual que doña María, algunas profesoras del centro educativo que sufrió daños en el techo de las aulas y del tanque de agua, expresaron que al momento de la explosión se disponían a impartir clases en la jornada de la tarde.
“Fueron segundos de pánico y desesperación, porque los niños se asustaron, pues el estallido provocó una histeria colectiva. Sin embargo, le damos gracias a Dios, porque aunque la escuela resultó con daños, lo importante es que ninguno de los niños que estaba aquí salió herido, pero lamentamos que uno de los alumnos que iba caminando por la calle cercana a la fábrica haya sufrido lesiones”, dijo una de las maestras.
SEVEROS DAÑOS
El fuerte impacto de las piedras provocó daños en muros y techos de varias viviendas, así como en una escuela.
La explosión causó daños considerables en al menos seis casas y la escuela, pero a la vez dejó a tres personas lesionadas.
Las piedras de un horno, sobre el que estaba la caldera, salieron volando e impactaron en los techos y muros de las viviendas, al igual que en algunos cultivos de plátano y un vehículo propiedad de una profesora del centro de enseñanza.
Asimismo, algunas láminas que cayeron sobre un árbol ocasionaron que ramas se quebraran y cercenaran dos dedos de la mano de un menor que iba junto a su madre por la calle aledaña a la empresa, que también resultó lesionada.
De igual manera, el operador de la caldera, identificado como Joel Alemán, salió herido, por lo que fue trasladado al Instituto Hondureño de Seguridad Social de San Pedro Sula.
MALA CALIDAD DEL AGUA
Un representante del beneficio, manifestó que la explosión fue producto del ripio de las tuberías, debido a la mala calidad del agua.
“El agua que se consume aquí no es de buena calidad, pues contiene muchas sustancias químicas, especialmente cloro, por lo que las tuberías se llenan de sarro y eso las tapa, al grado que con el tiempo impide que el agua circule correctamente y por ese motivo se originó la explosión”.
Explicó que están conscientes de los daños provocados, por lo que harán una revisión minuciosa para determinar si existen otras posibles causas que originaron el estallido de la caldera.
Refirió que la caldera era usada para el calentamiento de agua, que es utilizada para el procesamiento de varios granos. (MV)