Una repentina explosión en una planta de residuos de Gaobeidian, en el suroeste de Pekín, causó la muerte de tres personas e intoxicó por lo menos a otras dieciséis, informó hoy la agencia de noticias Xinhua.
En total, 23 trabajadores fueron trasladados al hospital pequinés de Chaoyang tras producirse ayer la explosión, pero dos de ellos, heridos graves, murieron antes de llegar al centro hospitalario y el tercero cuando recibía tratamiento de urgencia en el hospital.
Una cuarta víctima se encuentra en estado grave en el Hospital General de Aviación Civil.
En Chaoyang permanecen hospitalizados 15 obreros después de que ayer se diera de alta a otros cinco tras practicarles un examen médico.
El equipo médico informó de que la mayoría de las víctimas fueron intoxicadas por hidrógeno sulfurado, aunque la explosión podría haber producido otros gases tóxicos como el metano.
La explosión fue localizada en una bomba subterránea que está conectada a cuatro tanques de residuos, según la investigación abierta para esclarecer las causas del siniestro.
China es uno de los países con mayor número de siniestros laborales, que dejan alrededor de 10.000 víctimas mortales cada año.