Hace unos años, la Argentina sobresalía por ser base de una industria que creaba puestos de trabajo de manera vertiginosa. Con un tipo de cambio favorable, mano de obra calificada y un mercado de servicios tercerizados en expansión, los call centers proliferaban.
Luego, la situación económica cambió y ahora no sólo cae a diario el número de empleados sino que la actividad está a punto de ser regulada.
Sucede que los trabajadores tienen poco descanso y el tiempo disponible -para almorzar o ir al baño- es muy escaso. Por ese motivo, abundan las demandas por estrés o mobbing.
En este contexto, las comisiones de Legislación del Trabajo y de Comunicaciones e Informática de Diputados escucharán a las empresas de call center, que cuestionan el proyecto del legislador camporista Andrés «Cuervo» Larroque por el cual se crea el estatuto para los teleoperadores. Ver más