Un soldador que cumplía tareas en la zona aledaña a Jacobacci se fracturó el dedo al golpearse la mano con una maza de dos kilogramos, la ART no se hizo cargo de muchos de los gastos médicos y la empresa donde trabajaba lo despidió. Un fallo ordenó que sea indemnizado por la incapacidad, que le reintegren los gastos, que le cubran el tratamiento y que le paguen los sueldos desde que fue echado.
Sufrió un accidente realizando su trabajo para la empresa Burgwardt y Compañía. Se fracturó el dedo índice al golpearse con una maza de dos kilogramos y un cortafierros, al momento de estar sacando una corredera de bronce de una motoniveladora. Debió ser atendido en el hospital de Jacobacci.
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