Enfática defensa de ingenieros, arquitectos y agrimensores de sus incumbencias profesionales

La vigencia y aplicación del artículo 30 bis de la ley tarifaria provincial 2071 abrió la polémica y provocó la reacción inmediata de profesionales de la ingeniería, de la agrimensura y arquitectura; y, por otra parte, de autoridades de la División Bomberos del Chaco. “Debe primar el sentido común más allá de ciertos intereses y declaraciones rimbombantes”, pregonaron los profesionales vinculados con el sector de la construcción.

La cuestión que generó disidencias con los servidores públicos es la competencia en la aprobación de proyectos, habilitaciones, permisos, revalidaciones y certificaciones de sistemas de protección contra incendios y planes de evacuación de todo tipo de edificaciones.

“Pretendemos que la Municipalidad termine de asumir el rol de policía que le corresponde en el proceso de aprobación de nuevas construcciones, y que no lo delegue en los Bomberos, que no tienen la formación académica pertinente para la función”, dijeron ayer integrantes de entidades que agrupan a ingenieros, agrimensores y arquitectos de la provincia, quienes hicieron notar su preocupación y malestar por los dichos del encargado del Área Técnica de la División de Bomberos de la provincia.

Resaltaron que el “poder de policía” debe ser de la Municipalidad de Resistencia, a través de un departamento específico de Seguridad e Higiene que verifique y revise la documentación elevada por profesionales del medio que intervienen en construcciones de edificios. Hoy, por la norma vigente desde 2013, esa potestad quedó en manos de los bomberos. Ver más

Tras la muerte de un obrero, denuncian problemas de seguridad en Atucha II

El accidente no fue en el área nuclear de la central Los trabajadores analizan la posibilidad de medidas de fuerza.

El viernes 22 de agosto a las seis de la mañana, poco antes de terminar su turno laboral en la central nuclear Atucha II, en Zárate, Juan Manuel Serralta debía desactivar una bomba eléctrica de 380 voltios. La tarea en el área no-nuclear de la planta era rutinaria, pero presentaba algunos inconvenientes. El tablero obligaba a trabajar con la puerta abierta y el operario debía hacer fuerza para maniobrarla. Pero Serralta, esta vez, no logró desactivar la bomba. Un cortocircuito dejó trunco su trabajo, el tablero explotó, precipitó un incendio que le provocó quemaduras en el 60% del cuerpo. El operario, casado y con dos hijos, fue internado en el Instituto del Quemado, donde murió el miércoles. Tenía 35 años. Ver más

Por falta de seguridad laboral murió un Municipal

Un cooperativista municipal murió esta tarde al caer de un árbol centenario, cuando se encontraba realizando tareas de poda para la delegación de City Bell, sin ningún tipo de medida de seguridad. La administración Bruera se negó a brindar información y los trabajadores denuncian que se montó un “bozal” en el Hospital de Gonnet para que no se brinden precisiones del caso. Ver más

Abren 15 casos por homicidio imprudente en accidente laboral

La Unidad Especializada de la Fiscalía en materia de siniestralidad laboral incoó un total de 15 expedientes por delitos de homicidio imprudente en accidente laboral en la provincia Castellón en el último año, según la memoria de la Fiscalía General del Estado que fue presentada ayer por su máximo responsable, Eduardo Torres Dulce, con motivo del inicio del ejercicio judicial.

El texto indica también el registro de un total de cinco procedimientos clasificados como pendientes por el mismo motivo, así como 31 más sin cerrar, en este caso por lesiones, también en el ámbito del lugar de trabajo. Ver más

NFPA Journal Latinoamericano – En el Despertar de West

Luego de la fatal explosión ocurrida el año pasado en una empresa de fertilizantes que diezmó una pequeña ciudad de Texas, NFPA ha sido un recurso clave para las agencias reguladoras y para la jefatura de bomberos del estado, quien tiene la misión de hacer correr la voz sobre la seguridad en el almacenamiento de productos químicos

A alrededor de las 19:30 del 17 de abril de 2013, los operadores de los servicios de emergencia recibieron informes sobre la presencia de humo y llamas en el centro de almacenamiento y distribución de la West Fertilizer Company, de la ciudad de West, Texas (población de 2,800 habitantes), ubicada en la ruta Interestatal 35, justo al norte de la carretera que parte de Waco. Los bomberos del cuerpo de voluntarios de la ciudad fueron inmediatamente hacia el lugar del hecho, y se encontraron con un incendio que se intensificaba rápidamente. Los vecinos que vivían en las cercanías, entre ellos muchos residentes del Hogar de Cuidados Intermedios West Rest Haven, ubicado a tan solo 200 yardas (183 metros) de las instalaciones de West Fertilizer, observaban detenidamente el feroz espectáculo. El hogar estaba tan cercano a la humareda que el personal de las instalaciones comenzó a trasladar a los residentes hacia áreas más protegidas del interior del edificio, a fin de evitar riesgos.

Una dotación de 22 socorristas llegó al lugar y, con la asistencia de dos habitantes de West, intentaron sofocar las llamas. El incendio era de grandes dimensiones y continuaba creciendo, y estaba a punto de envolver un depósito de madera. La estructura estaba compuesta por cajones de armazones y paredes de madera que contenían aproximadamente 60 toneladas de nitrato de amonio de grado fertilizante, un sólido granulado que puede detonar en determinadas ocasiones, cuando interactúa con el fuego. Construido en 1961, el edificio no tenía rociadores automáticos ni dispositivos de supresión y no se había requerido su instalación, dado que Texas no cuenta con ningún código de incendios estatal. No había reglamentaciones estatales que indicaran cuáles eran las cantidades de fertilizantes apropiadas que podían almacenarse. No había personas en las instalaciones al momento en que se produjo el incendio. Ver más

Iron Mountain: pericias indican que hubo cuatro focos de fuego

Según uno de los abogados querellantes, se podría determinar que el incendio habría sido intencional.

A casi siete meses del incendio en el depósito de Iron Mountain de Barracas, en el que ocho bomberos y dos rescatistas de Defensa Civil perdieron la vida, todavía no hay certezas sobre qué fue lo que pasó, pese a las sospechas de intencionalidad que existen. Mientras se continúa con la investigación –a cargo de la fiscal Marcela Sánchez–, y con las pericias a cargo del cuerpo de Bomberos de la Policía Federal en marcha, empiezan a conocerse los primeros resultados. Ver más