Shell y BASF, blanco de millonario reclamo por contaminar obreros en Brasil

Las empresas Shell y BASF evitaron por medio de un fallo el pago anticipado de 500 millones de dólares a ex trabajadores que alegan haber sufrido severos daños por la contaminación de una planta de agroquímicos en Brasil, en un largo proceso que aún aguarda decisión final.

Un tribunal brasileño negó el pedido de la fiscalía para que ambas empresas depositen una garantía de 1.00O millones de reales (unos 500 millones de dólares) mientras culmina el juicio.

«Mientras no termine el proceso, no se conozca una decisión final, ese dinero no debe ser depositado», dijo este jueves bajo reserva una fuente del Tribunal Regional de Trabajo 15 de la ciudad de Campinas, cerca de Sao Paulo.

La Fiscalía laboral de Campinas solicitó la semana pasada a las dos compañías el millonario desembolso para garantizar la atención médica de los ex trabajadores afectados mientras se resuelve el caso por «indemnización por daño moral colectivo».

El grupo angloholandés Shell y el alemán BASF fueron demandados hace cinco años por contaminación en una fábrica en la ciudad de Paulinia, en el estado de Sao Paulo, que fue cerrada en 2002.

«Se realizaron muchas pruebas que determinaron que hubo contaminación del agua, del aire y del suelo, y que a causa de eso muchas personas sufrieron cáncer y problemas de tiroides. Ya contabilizamos 61 muertos», dijo la fiscal del caso, Clarissa Ribeiro, a la AFP.

Este jueves, las empresas también informaron sobre la decisión temporal de la justicia de rechazar el pedido de la fiscal, que además instauró una acción para incluir a más demandantes en el proceso.

Hasta el momento la causa involucra a casi 1.000 ex empleados y sus hijos, según la fiscal.

Los ex trabajadores manipularon durante largo tiempo químicos que según ellos les causaron graves problemas de salud. Las empresas también fueron acusadas de contaminar las reservas de agua próximas a la fábrica, afectando a los lugareños.

«Fui operado de cáncer de próstata, de pulmón y tengo problemas de tiroides. Como yo son mucho los afectados y sé que unos 60 ex trabajadores han muerto antes de los 55 años cuando el promedio de vida aquí es de 72 años», dijo a la AFP Antonio Rasteiro, ex operario de la planta.

La justicia laboral falló a favor de los afectados en primera y segunda instancia y ordenó a las empresas que asumieran los gastos de los tratamientos médicos.

El caso fue apelado y está en manos del Tribunal Superior de Trabajo, de Brasilia, que deberá emitir un fallo definitivo en un plazo no determinado.

«Shell reitera que viene cumpliendo la decisión judicial y efectuando anticipos de pagos relacionados con las gastos médicos» pero alguno pedidos fueron impugnados por su exorbitante costo, que «demuestran no tener ninguna relación con el caso, señaló la empresa en un comunicado.

Asimismo, Shell dijo que hasta el momento las pruebas no permiten atribuir los casos de cáncer a los condiciones de trabajo de los afectados y que «la mayoría de las muertes» de ex obreros correspondían a «accidentes de tránsito, infarto, entre otras causas».

Shell fue propietaria de la planta entre 1974 y 1995, cuando la vendió a la la empresa Cyanamid. El líder mundial en productos químicos, BASF, adquirió la fábrica en 2000.
En su comunicado, BASF también informó que la justicia rechazó el depósito de garantía solicitado por la fiscal «hasta que todos los recursos presentados por las empresas sean apreciados y el proceso finalizado».

Fuente: www.google.com

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