El estallido ocurrido en Puerto San Martín dejó dos muertos y siete heridos. La planta reconstruida volvió a funcionar esta semana.
Hace exactamente un año una explosión en la planta de Cofco en Puerto San Martín conmovió a la región. Dos obreros fallecieron y otros siete resultaron heridos producto del incendio en un túnel que según los trabajadores «ardía hacía meses». Hoy habrá un acto, a las 13, en ese sector de la planta, que comenzó a funcionar esta semana luego de ser completamente reconstruido.
Por otra parte, la Justicia recién recibió hace días la documentación solicitada entonces al Ministerio de Trabajo y la empresa.
El 27 de diciembre de 2017 no fue un día más para el cordón industrial y portuario. Ese mediodía, la ciudad de Puerto San Martín se conmocionó por una violenta explosión en la cerealera ex Nidera. El siniestro se produjo en la zona de descarga número 2, y luego se expandió. El estallido ocasionó grandes daños y dejó un tendal de heridos. Las imágenes del incendio se vieron a kilómetros de distancia. Entrada la tarde, se tuvo la noticia de la muerte de Domingo Giménez, de 61 años. Y al día siguiente corrió la misma suerte Juan Carlos Castillo, de 42, quien trabajaba como maquinista.
Otras siete personas fueron atendidas en el Sanatorio Británico, cinco de ellas en el área de quemados y dos en terapia intensiva. Castillo era uno de los tres operarios que habían sido internados en terapia intensiva del Sanatorio Británico de Rosario. Los otros dos eran Catriel Tobares (21) y Ezequiel Sendra (28), que habían sido estabilizados. Mientras tanto, en la Unidad de Quemados del mismo centro asistencial permanecían Jesús Zárate (35 años), Jorge Taborda (29), Marcelo Novello (57), Mario Castillo (53) y Jesús Luis Jaimes (57). No sólo había empleados directos de la planta, sino también contratados y el camionero que estaba realizando la descarga al momento del estallido.
Meses después se reincorporó a sus funciones Jaimes, quien se desempeña como supervisor de planta y tuvo quemaduras en sus manos. Mientras que Mario Castillo y Taborda continúan con rehabilitaciones producto de las lesiones que le produjeron las graves quemaduras en sus manos, la cara y las piernas.
Paro y reclamos
El día de la explosión, el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo lanzó un paro de 48 horas, al que se sumó al día siguiente la CGT del cordón, con una huelga de una jornada. El corolario de la protesta fue una fuerte movilización para reclamar el esclarecimiento del caso y repudiar la falta de controles en las plantas. Desde la firma, en tanto, prometían una «profunda investigación» de las causas.
Entonces el gremialista de Rosario, Sergio Díaz, aseguró que el siniestro era «previsible y prevenible, porque ese sector venía ardiendo y no se lo aisló». Su comentario coincidió con el de testigos, como el de un camionero que 15 días antes había descargado en la planta y vio «cómo le tiraban agua a los tanques para frenar el fuego», y pensó que el lugar explotaría en cualquier momento, como lo publicó en su momento este diario.
Cambios diversos
Después del accidente hubo varios cambios. No sólo en lo estructural ya que se limpió y reconstruyó el sector, sino también en lo jerárquico. A los pocos meses la firma cambió al gerente general, al subgerente y al supervisor de planta. Así lo explicó a LaCapital el delegado Martín Juárez: «Ahora hay un viento de cambio con los nuevos jerárquicos». Pero clavó la mira en Recursos Humanos que es donde afirma le acercaban continuamente la necesidad de resolver los inconvenientes estructurales: «Nosotros les planteábamos los problemas urgentes y no nos escuchaban. Les decíamos del fuego, de la necesidad de que haya más limpieza, pero le daban más importancia a las palomas, a un tejido, pero lo fundamental seguía estando ahí. Se prendía fuego la planta por todos lados y seguía todo igual. Nosotros les avisamos cuál era la cinta que estaba funcionando mal y no nos hicieron caso». Y avanzó: «Querían que sigamos produciendo, que no pare nunca la planta. Es verdad que somos un número y no les importamos. Los de Recursos Humanos, los que no nos escucharon, todavía están trabajando por eso es el malestar que tiene la gente».
Primeras pruebas
En cuanto a la producción, esta semana comenzaron a realizar las primeras pruebas: hace unos días ingresaron tres camiones y ayer otros diez. Los sistemas se van ajustando para prepararse a la plenitud de la cosecha gruesa donde la zona agroexportadora no descansa ni un minuto en las 24 horas. En ese sentido Juárez describió: «Pusieron muchas protecciones para mejorar el tema de seguridad. Están realizando las pruebas, la planta está impecable, hubo que reconstruir todo. Se eliminó lo que había y se hizo todo nuevo, pero hay que ver cómo funciona en la práctica».
La explosión en la ex Nidera puso la lupa sobre el sector y abrió el interrogante de hasta qué punto estos «accidentes» son aislados y no forman parte de un problema estructural y funcional en estas industrias. Aunque desde las patronales aseguran que los controles se realizan, y que si no fuera así las tragedias serían muchas más, distintos sectores alzaron sus voces para asegurar que el siniestro pudo haberse evitado si se tomaban medidas más efectivas, y hasta se preguntaron cómo empresas con fabulosos niveles de facturación no están a la vanguardia en temas de higiene y seguridad, máxime si se tiene en cuenta que la actividad es de riesgo y que ya existen numerosos antecedentes.
Por su parte, el secretario general de Aceiteros, Pablo Reguera, cuestionó en contacto con LaCapital: «Están trabajando mucho en mejorar la seguridad, todavía le falta a la fábrica para su reconstrucción. Lamentablemente el cambio se realizó después de lo que pasó». Y avanzó: «Hay algunos trabajadores afectados que a un año todavía no se recuperaron, que no se pudieron reincorporar a sus tareas».
Y acotó: «Queremos justicia para los compañeros que fallecieron, estamos fundamentalmente con ellos y sus familias. Es más, tenemos un abogado rosarino contratado para seguir de cerca los procesos judiciales, no nos vamos a quedar quietos», enfatizó Reguera.
Proceso legal lento
Más allá del acompañamiento y las convicciones, el proceso legal ha venido lento y recién el 3 de diciembre pasado el Ministerio de Trabajo de provincia entregó en la Fiscalía el material solicitado para realizar las pericias, por su parte la empresa lo hizo el 21 de este mes.
En consecuencia no se avanzó, ni siquiera hubo una audiencia imputativa para direccionar presuntos culpables.
En el mediodía de hoy el gremio, los trabajadores y el personal jerárquico definieron que se encontrarán en el sector donde ocurrió la explosión a las 12.55, para comenzar a las 13 un homenaje a los dos obreros fallecidos en el accidente.
Además se informó que los empleados quedarán desobligados desde las 10, y el día será de asueto para todos.
En la Justicia
El día de la tragedia estaba en turno el fiscal Leandro Lucente, quien se acercó a la empresa y diagramó junto a los profesionales de Prefectura Naval los pasos a seguir para recolectar la información necesaria para llevar adelante el proceso legal, que luego sería sometido a pericia por parte de profesionales del Laboratorio de Ingeniería Mecánica Forense FCEIA-UNR.
De acuerdo informó a este medio el Ministerio Público de la Acusación entre las pautas determinadas se requirió en primera instancias las actuaciones con un informe a Prefectura Naval Argentina.
Luego también se pidió al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en su área de Salud y Seguridad la copia de todas las actas de intervención y/o fiscalización realizadas por ese organismo a la empresa, con fecha anterior y posterior al siniestro con un período de seis meses, sumado a las actas de intervención, control y verificación de medidas propuestas.
Casi un año después
Sorprendió, en primera instancia, que la documentación oficial arribara recién casi un año después, el 3 de diciembre.
Por su parte, la empresa se tomó un poco más de plazo y recién entregó parte del material hace seis días. Allí aparece la copia de los informes internos de auditoría de seguridad con fecha anterior y posterior a la del hecho con un período de seis meses, la copia de la investigación interna completa realizada por la empresa sumando las posibles causas y medidas tomadas, las cámaras de seguridad. Todavía esperan un informe de la Aseguradora de Riesgos del Trabajo.
Es decir, todavía se encuentra en la etapa preliminar, en la recolección de información para que una vez procesado por los ingenieros competentes le brinden herramientas al fiscal Lucente para que solicite una audiencia imputativa hacia quienes corresponda.
Falta, sí. Y en este contexto parece no haber un horizonte cercano de justicia para brindarle algo de tranquilidad a los afectados y a las familias de las víctimas fatales.
Producción periodística:
Marcelo Castaños y Fabrina Donato