Algunas personas tienden a asumir comportamientos riesgosos en el trabajo, incluso contra las normas de seguridad establecidas. ¿Por qué?
Los comportamientos riesgosos asumidos por algunas pueden estar relacionados con procesos mentales a los que todos nos encontramos expuestos. El reto está en identificar dichos procesos.
En 1991, a raíz de un accidente en sus instalaciones, la empresa Aluminium Company of America, ALCOA, decidió implementar un proyecto de mejora de las normas de seguridad de trabajo. Este proceso se realizó enfrentando la resistencia de trabajadores y directivos, quienes en ocasiones no eran conscientes de los riesgos que enfrentaban o, si lo eran, estaban orgullosos de ellos.
ALCOA era una empresa en la que trabajaron familias enteras de la zona de Mission Valley, en Indiana, Estados Unidos. Los padres e hijos que en ocasiones actuaban con exceso de confianza debido al nivel de especialización que tenían, reaccionaron negativamente cuando la empresa impuso medidas adicionales de seguridad.
La mente humana no siempre funciona de forma racional. De hecho, analizada externamente, la resistencia inicial de los trabajadores de ALCOA podría interpretarse como algo irracional. Pero en realidad respondía a una serie de procesos mentales conocidos como sesgos o distorsiones cognitivas. Todas las personas, en mayor o menor medida, están expuestas a este tipo de distorsiones, y muchas veces toman decisiones basadas en dichos sesgos ya que implican una respuesta rápida y poco desgastante del cerebro.
Los trabajadores, por ejemplo, respondían al sesgo del exceso de confianza, fundamentado en su experiencia, así como al de disponibilidad, probablemente porque ellos, de forma personal, no sufrieron accidentes.
Otro sesgo conocido es el de status quo, que motiva a las personas a aceptar una situación por defecto y no buscar una alternativa, que bien podría aplicarse a trabajadores nuevos que rápidamente se integraron a la forma de trabajo de la empresa, sin prestar atención a los riesgos existentes.
Parte de la labor de quienes tienen a su cargo velar por la seguridad en el trabajo consiste en identificar este tipo de sesgos en el personal y motivarlos a trabajar sobre ellos, con la finalidad de que consideren su existencia a la hora de tomar decisiones que, potencialmente, puedan ser perjudiciales.
FUENTES CONSULTADAS:
Caso «La seguridad en los puestos de trabajo en Alcoa», de Harvard Business School, 2000.
«Nudge», por Richard H. Thaler y Cass R. Sunstein. Penguin Books, 2009.