“No estamos dimensionando el tamaño de este problema”, expuso María Teresa Saldívar, directora de higiene y seguridad en el trabajo para revelar que el Estado gasta importantísimas sumas de dinero para restaurar la salud de los accidentados en obras. Explicó que son aproximadamente unos 30 millones de dólares anuales que invierte el estado para dichas atenciones.
Jorge Zárate. jzarate@lanacion.com.py
“Una parte atiende el Instituto de Previsión Social (IPS) que tiene una cobertura para que pueda seguir en el mercado de trabajo dependiendo del nivel de incapacidad que tenga la persona”, recordó señalando que es el Ministerio de Salud Pública (MSP) el que se hace cargo de la mayor cuota de responsabilidad por cuestiones que en general se deben al incumplimiento de la legislación de parte de empresas y del propio estado.
Los trabajos con riesgos especiales en altura, que se considera a partir de los 2 metros, se realizan en condiciones inadecuadas por la “debilidad estructural de los mecanismos de control”, admitió la funcionaria, recordando que el organismo a su cargo sólo tiene 4 inspectores para abordar las inspecciones de los edificios que se construyen tanto en el sector público como en el privado.
También esta misma gente es la que debe inspeccionar excavaciones y demoliciones que son las más riesgosas de las tareas. “En estos casos, en las tres fases pueden tener accidentes graves porque las consecuencias son el politraumatismo o la muerte, fracturas graves de brazos, piernas, costillas, aparecen en el historial”, recordó Saldívar.
CONTROL DE EMPRESAS
La directora de Higiene y Seguridad insistió en la necesidad de aplicar el reglamento de 1992 que rige en la materia, en controlar las empresas y principalmente “en crear de una vez por todas el Ministerio de Trabajo para que se pueda tener una clara tutela de los derechos de los trabajadores a desarrollar su tarea en condiciones adecuadas que garanticen su integridad y su vida”, expuso.
Llamó a entender la dimensión social que tienen los accidentes porque “después de ello ocurre una movilización de la familia que implica ver si la incapacidad va a condicionar la vida del accidentado, en hacerse cargo de los cuidados, es un escenario de inmenso dolor que muchas veces no se tiene en cuenta”.
Mencionó a su vez la importancia de los estudios universitarios sobre los accidentes, en especial el trabajo del ingeniero Idelin Molina referente al sector de la construcción y a los riesgos laborales que se presentará en la conferencia de prensa que se dará hoy en el Ministerio de Justicia y Trabajo (MJT) a partir de las 9:00.
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