Son los encargados de controlar las condiciones de trabajo en el área metropolitana. Según el decreto 272, el cuerpo se disuelve en la Agencia Gubernamental de Control. Los trabajadores se resisten.
Con un duro comunicado, los trabajadores de la subsecretaría de Trabajo porteño, nucleados en el gremio ATE, denunciaron que dicha cartera recortará la función de inspeccionar la seguridad laboral y acusaron al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el subsecretario de Trabajo, Ezequiel Sabor, de atentar contra «la seguridad del trabajo y avalar la trata y la esclavitud en la industria textil». Además, aseguraron que resistirán la medida.
Hace 20 días se publicó en el Boletín Oficial porteño el Decreto 272, en el que se trasladó –»disolvió», según el propio escrito oficial- el Cuerpo de Inspectores de Trabajo de la subsecretaría, para reemplazarlo por un grupo de inspección unificado y coordinado por la Agencia Gubernamental de Control.
Según el mismo decreto, el Gobierno porteño mantendrá su poder de policía en material laboral. Ante esta modificación, los trabajadores del área sostienen que se trata del «desmantelamiento del último organismo de control cuyos inspectores venían dando una dura batalla contra el trabajo esclavo, la precariedad laboral, los derrumbes sistemáticos y la inseguridad laboral en el ámbito de la Ciudad».
El delegado general –e inspector del trabajo- Edgardo Castro señaló: «Con el intento de desmantelamiento del Cuerpo de Inspectores del Trabajo, el Macrismo muestra claramente que poco le interesa la vida de los trabajadores y de la población de la Ciudad». También cuestionó el pasaje de las inspecciones laborales a manos de la AGC –comandada por Juan José Gómez Centurión- porque «es un organismo sin competencia en el área laboral, a los fines de desnaturalizar y quitar todo sustento legal a cualquier acto inspectivo del trabajo».
Por su parte, el subsecretario Sabor dialogó con minutouno.com y señaló: «De ninguna manera perdemos poder de policía, pero a fin de ser más eficientes, disponemos que los cuerpos inspectivos de la Ciudad, y también de protección ambiental, los coordine la AGC».
Los trabajadores, por su parte, consideraron el cambio como «un ataque» producto de que desde allí salen denuncias sobre «los derrumbes de obras que se producen mensualmente, el trabajo textil esclavo y precario y las irregularidades existentes en la propia Subsecretaría denunciadas penalmente y ante la Defensoría del Pueblo».
Según Sabor, «hoy un inspector de Trabajo va a un comercio pero no se fija si el comercio está habilitado y los de AGN al revés. Lo que hacemos con esto es aumentar la capacidad inspectiva. Tanto para temas de AGN como para lo de Trabajo».
En los últimos días, el subsecretario había estado en el centro de la escena por la denuncia de los trabajadores del subterráneo sobre sus dichos y declaraciones respecto de las condiciones laborales.
Por Brian Majlin