Pasa Petroquímica: Historia de la toma de fábrica, con gestión y control obrero – Parte 4

Fueron numerosas las negociaciones con la patronal, las entrevistas con el Gobernador Dr. Silvestre Begnis y el Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Dr. Rubén Dunda, enviándose telegramas a la Presidenta de la Nación, a los Ministros de Trabajo, de Economía, y a distintos Bloques de Diputados.

El conflicto tuvo repercusiones nacionales no sólo en los medios de comunicación sino también porque los miembros de la C.D. dieron una conferencia de prensa en el Sindicato de Gas del Estado y se entrevistaron con el Diputado Nacional Zabala Rodríguez, quien se comprometió a informar a los distintos bloques de la situación.

A su vez, el Ministerio de Trabajo de la Nación intimó a los trabajadores a que dispusieran la normalización de la situación, amenazando con retirar la Personería Gremial al SOEPU. El rechazo de la amenaza del Ministerio se produjo luego de una Asamblea “con la participación de 600 obreros, mientras un centenar de ellos continuaba en los lugares de trabajo”, quienes resolvieron por unanimidad mantener la actitud tomada y los reclamos iniciales. (4)


Las repercusiones sociales y políticas fueron variadas y los apoyos de distintos sectores se incrementaron con los días. La Patronal y el Sindicato se cruzaron comunicados con denuncias. Llamó la atención a los Petroquímicos el silencio de la prensa oral y escrita durante varios días y por ello, desde el SOEPU, se propagandizó el conflicto con veinticinco mil volantes repartidos en las fábricas de la zona y Rosario, con afirmaciones como las planteadas en esta Solicitada:

¡EN PASA SIGUE LA LUCHA!

“Los obreros petroquímicos llevamos 18 días de lucha, controlando la Planta de PASA Petroquímica, con un rendimiento productivo superior. Este hecho, sin precedentes en la historia del Movimiento Obrero Argentino, se produce a raíz de la agresión del Contratista del Comedor de Fábrica a un compañero, estando advertido PASA, desde tiempo antes, de las irregularidades y atropellos que este sujeto realizaba. Como consecuencia de ello se originó el conflicto y en una Asamblea de Fábrica resuelve:

a) EXIGIRLE A LA PATRONAL:
1) Expulsión inmediata del Concesionario del Comedor.
2) Que PASA se haga cargo de la dirección y administración del mismo.
3) Que tome en relación de dependencia a los 18 compañeros que en él se desempeñan.
4) Extensión del beneficio de la comida a los compañeros administrativos de Rosario (beneficio establecido por Convenio que la Patronal nunca concretó pese a reiteradas promesas).
b) Continuar el PROCESO PRODUCTIVO con CONTROL OBRERO.
c) Declararse en ESTADO DE ASAMBLEA PERMANENTE.”

ES ABSOLUTAMENTE CLARO QUE NOS ASISTE LA RAZÓN; NUESTRO OBJETIVO A ALCANZAR SON SÓLO LOS CUATRO PUNTOS SEÑALADOS
“En el curso del conflicto una nueva Asamblea resolvió sugerir al Gobierno Nacional que se interese en la NACIONALIZACIÓN de esta importante fuente de riqueza, estimando que éstas deben quedar a favor del pueblo de nuestro país y no engrosar las arcas del imperialismo yanqui.

“Aquí no existen veladas intenciones ni hacemos el juego a ningún sector interesado en la adquisición de dicha Empresa. Los Trabajadores Petroquímicos queremos que el pueblo sepa que ninguna maniobra se oculta tras nuestra lucha y que denunciaremos todo intento de instrumentarla tras objetivos extraños al origen del conflicto. Ni la Patronal – que sólo debe acceder a otorgar justas y mínimas reivindicaciones – ni las autoridades responsables de obligarla a satisfacer nuestros reclamos parecen darse por enteradas. Por el contrario, el Ministerio de Trabajo amenaza con disolver nuestra Organización Gremial.

“Reiteramos que, ante posibles denuncias de desabastecimiento de productos petroquímicos, nosotros los trabajadores CONTROLAMOS Y ASEGURAMOS LA
PRODUCCIÓN, pero sigue siendo PASA la que comercializa y en ese sentido deslindamos responsabilidades.

“Queremos destacar la información dada de nuestro conflicto por diversos medios de difusión como la que permanentemente suministra el diario ‘Noticias’ de Buenos Aires. Solicitamos a la prensa que ha permanecido en silencio (especialmente en los últimos días) y de la que ha tergiversado la realidad sobre el conflicto una mayor y veraz información. Hemos demostrado a lo largo de 18 días nuestra capacidad de trabajar sin la dirección patronal y debe saber la población que estamos también dispuestos a continuar el tiempo que sea necesario para conseguir nuestros objetivos. Reina entre nosotros una fraternidad y espíritu de lucha en niveles superiores a los que conocíamos y que nos permite hacer esta afirmación.

CON NUESTRA UNIDAD Y ORGANIZACIÓN SEGUIREMOS ADELANTE
…HASTA LA VICTORIA! (5)

Entre los distintos temas que se debatieron durante la Toma, dos fueron los que produjeron más polémica. Por un lado, paralelamente a las reivindicaciones ya mencionadas, se planteó por parte de un grupo de trabajadores una conquista que consideraban debía exigirse en una empresa de las características de PASA: ¡6 horas por turno!. Por otra parte, se intercambiaron ideas sobre si se debía levantar la consigna de la nacionalización de PASA y se resolvió – con posiciones encontradas – que la defensa de fuente de riquezas concernía al Gobierno Nacional y, por lo tanto, debía interesarse y pronunciarse a favor del pueblo argentino. (6)

Los días del conflicto pasaban y la voluntad de lucha no cedía; y así lo expresaron en el Comunicado Nº 8 cuando afirmaron: “La conciencia de los trabajadores petroquímicos es lo suficientemente madura y clara como para comprender que acá no hay claudicación posible. PASA se equivoca si pretende jugar a nuestro desgaste, porque, si hay algunos compañeros embargados de cierto pesimismo, de ninguna manera han podido contagiar a la inmensa mayoría de los trabajadores petroquímicos que permanecen con una moral irreductible y con un gran espíritu combativo”. Se informaba a los operarios qué consecuencias resultarían si se claudicaba en la lucha; éstas serían posibles despidos, quite de la personería gremial y jurídica o la afiliación compulsiva a otra Federación, que no se tendría fuerza para continuar con otros reclamos, pasar de ser trabajadores a ser siervos de la patronal, y “que una derrota significaría un duro golpe al movimiento obrero y al pueblo argentino que en estos momentos están emprendiendo la lucha por la liberación”.

El factor tiempo era aquel con el que especulaba la Empresa, pero fue sucediendo todo lo contrario; y en el Comunicado Nº 9 se analizaba el estado de ánimo de los trabajadores de esta forma: “Dieciocho días al frente del control de la producción no es un hecho casual, es el fruto de la eficacia, responsabilidad y esfuerzo común puesto al servicio de un solo objetivo: PRODUCIR PARA TRIUNFAR. (…) Los compañeros que están firmes en sus puestos ven pasar los días sin una solución concreta, pero sin desaliento y cada vez con más organización, conscientes que el triunfo está cerca, y cuando éste llegue será el júbilo de 700 hombres que a través de años fueron postergados y manoseados.

“Hay compañeros que durante estos días consciente e inconscientemente han puntualizado errores o señalado a los compañeros que han tomado con responsabilidad el control productivo. A ellos les decimos que ningún movimiento, ni siquiera el obrero, es puro. Pero lo que es necesario dejar en claro es que lo que importa es el balance final y ese balance de 18 días nos muestra la inmensidad de hechos favorables, hasta emocionantes, frente a las pequeñeces de casos ingratos, de señores que siembran la desunión o de compañeros que han defraudado, LO BUENO HA SIDO ENORMEMENTE SUPERIOR A LO MALO, y ante el posible cansancio físico opusimos los rostros felices, fruto de nuestro trabajo en libertad”.

El Comunicado finalizaba con esta arenga: “Compañeros: Queremos que el espíritu de unidad siga como hasta ahora: éste se suele templar en la fragua de la injusticia. Nuestras armas son nuestras manos y nuestro cerebro. Fruto de ellos es la producción que sacamos al servicio de la Sociedad. Esta es nuestra lucha. No necesitamos matones, y los partidos políticos, legisladores, fuerzas vivas, etc. que quieren ayudarnos en los hechos, deben ponerse a nuestra disposición y hacer eje en nuestra forma de lucha”.

La Empresa, ante la firmeza de los trabajadores en sostener la lucha, comenzó a tender líneas de negociaciones. Primeramente surgió un llamado desde Buenos Aires, adonde concurren los trabajadores Sosa y Gervasoni, no llegándose a ningún acuerdo. Posteriormente, en Planta, el Departamento Relaciones Laborales informó sobre los deseos de iniciar un diálogo, proponiendo levantar la medida y disentir en el Ministerio, propuesta confirmada por el Ingeniero Dietl. Luego, el Sr. Haslop pidió una entrevista con Sosa, “de amigo a amigo”. La prudencia de los trabajadores hizo que decidieran que fuese acompañado por Gervasoni y Alonso, este último elegido por una Asamblea. La situación molestó al representante de la patronal, quien no atendió a la delegación obrera, reafirmando la posición de que se debía levantar la medida y conciliar en el Ministerio.

La medida de lucha produjo distintas posiciones dentro del Movimiento Obrero, desde los que apoyaron hasta la postura de las 62 Organizaciones de San Lorenzo, que se expresó a través de un Comunicado que nos permite entender el clima sindical reinante: “El nucleamiento gremial peronista califica el accionar de SOEPU como puramente político que tiende a poner escollos en el camino del gobierno popular de la compañera Isabel y crear por el lado de la izquierda cipaya mediante la agitación y el desorden, el clima propicio para un golpe gorila… Las 62 advierten luego a los trabajadores que no deben responder a la provocación de la derecha y de la izquierda unidas, que tratan de poner incesantemente vallas a la auténtica revolución nacional que está consolidando el gobierno del pueblo. No se debe permitir que se use a los trabajadores para defender intereses oscuros de enanos enrolados en la antipatria.” (7).

El Movimiento Nacional de Solidaridad con los Presos Políticos, a través de una Solicitada expresó, en esos días, que denunciaba “todas las formas que asume la represión en nuestro país, a los allanamientos y detenciones arbitrarias, a las torturas físicas y morales que se están desatando en estos momentos contra militantes y hombres del pueblo; se agregan también otras formas encubiertas de represión, como son los despidos arbitrarios, la desocupación, el desabastecimiento de los artículos de primera necesidad, etc. Dentro de esta avanzada de la represión debemos mencionar: allanamientos y detenciones en las ciudades de Rosario, Villa Constitución y Villa Diego, asesinato del Diputado del Pueblo Rodolfo Ortega Peña y posterior represión en su velatorio, atentado con explosivos en el local de la Lista Marrón de Acindar (Villa Constitución), intimidación del Ministerio de Trabajo amenazando retirar la Personería al SOEPU por el conflicto existente en la empresa imperialista PASA.

“Llamamos a la Unidad de todos los sectores para movilizarse contra la represión y por la democracia. Libertad a todos los presos políticos!” (8).

Triunfo y reflexión

Los Petroquímicos, en la Asamblea realizada el 22 de agosto, logradas las exigencias peticionadas a la patronal, dieron por culminada la medida de lucha. (9)

Juan Dowling analizó así lo vivido en esos días: “Por primera vez, ejercitamos una forma de democracia directa, ahora como productores, una experiencia nunca antes experimentada por nosotros, que dio mayor sentido a nuestros días de trabajo, otrora interminables. Una forma de participación libre, con elección rotativa de funciones en las distintas Comisiones necesarias para gestionar la fábrica y el conflicto, con delegación de mandatos temporarios. Cada uno de nosotros, además de ejercer nuestras funciones habituales, participábamos alternativamente en las diversas tareas. Por un momento, percibimos que, por lo menos, para una industria con tal grado de automatización como PASA deja de tener sentido un trabajo esclavizante, alienante, desprovisto de cualquier atractivo. Sólo se justifica tal aberración por la existencia de un sistema económico social, basado en la explotación de los trabajadores.” (10).

Breves datos históricos

De esa manera, los Petroquímicos se sumaron a la lista de empresas tomadas por sus operarios y autogestionadas. En Argentina, uno de los primeros antecedentes se dio en 1951, con las fábricas textiles Royaltex, Produtex y Medias Paris, que llegaron a comercializar sus productos en Uruguay. Debemos destacar que los Programas de La Falda (1957) y Huerta Grande (1960) planteaban el control obrero de la producción.

La autogestión obrera tiene su nacimiento, a nivel internacional, en la Comuna de París, pues ella fue la primera que entregó a “las asociaciones obreras, a reserva de indemnización, todos los talleres y fábricas cerrados, lo mismo si sus respectivos patronos habían huido que si habían optado por parar el trabajo”. (12)

Posteriormente, en un breve repaso, podemos citar las experiencias en algunas fábricas, durante el alzamiento revolucionario de 1905 en Rusia y la Revolución Rusa de 1917, entre los meses de marzo y julio. Vinieron más tarde las tomas en Turín y Baviera en 1920; en Francia, en junio de 1936; en Cataluña, durante la Guerra Civil Española; en Yugoslavia, en la pos Segunda Guerra Mundial; y en Japón en 1946 y 1947, bajo la ocupación militar de EE.UU., las cuales fueron reprimidas, significando una derrota para la clase obrera nipona. Con los años, la vivencia se repitió en Francia, en cientos de empresas, durante el Mayo del ‘68.

En América Latina sobresalieron, entre otras, las ocupaciones de las salitreras en Chile; también en las minas de estaño en Bolivia, con los Programas de Pulacayo y Colquiri, durante el doble poder en la Revolución Boliviana de 1952, declarando el control obrero con derecho a veto sobre la minería nacionalizada; en las minas de cobre en Perú; en Costa Rica y Honduras; en Uruguay, en junio de 1973, contra la asonada militar; y en Chile, ante el golpe de Pinochet en septiembre de 1973.

Estas líneas forman parte del libro “Democracia Directa y Gestión Obrera. El SOEPU, la intersindical de San Lorenzo y la Coordinadora de Gremios: 1962 – 1976”, de Leónidas Ceruti / Mariano Resels.

Citas:

1) La Capital – 30 de Julio de 1974; pág. 5.-
2) La Capital – 02 de Agosto de 1974; pág. 5.-
3) Dowling, Juan Alfonso. “Petroquímicos. La Intersindical y la Democracia. Una experiencia de lucha en la Zona Industrial de San Lorenzo”. En: Autores Varios. Nuevas Tendencias en el Sindicalismo Argentina – Brasil. Editorial Biblos / Fundación Simón Rodríguez, 1992.-
4) La Nación – 02 de Agosto de 1974; pág. 5.-
5) La Capital – 13 de Agosto de 1974; pág. 5.-
6) La Capital – 13 de Agosto de 1974; pág. 5.-
7) Crónica – 21 de Agosto de 1974; pág. 3.-
8) La Capital – 09 de Agosto de 1974; pág. 2.-
9) La Capital – 24 de Agosto de 1974; pág. 5.-
10) Dowling, Juan Alfonso. Op. cit..-
11) Bourgin, Georges. “La Comuna”. EUDEBA, Buenos Aires, 1962; pág. 73.

Fuente: www.argenpress.info

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