El trabajador realizaba tareas de impermeabilización en una medianera cuando se precipitó al vacío, en Urquiza al 1900. Se desconoce aún el nombre de la empresa para la que trabaja. Ingresó con vida al Heca pero perdió la vida a los pocos minutos. En lo que va del año, el sector registra un fallecimiento por mes en el Gran Rosario.
Otra muerte de un trabajador de la construcción en plena actividad se registró este martes en Rosario. Esta vez, se trató de un pintor que cayó de un noveno piso mientras desarrollaba su tarea en un edificio ubicado en Urquiza 1.916 y que perdió la vida minutos después de ser internado de urgencia.
En lo que va del año hubo, en promedio, un fallecido por mes en el sector. Los últimos cinco casos fatales se registraron en los últimos 35 días.
El empleado se encontraba realizando trabajos de impermeabilización en una pared medianera, cuando por motivos que se desconocen cayó al vacío. Testigos relataron que al momento del arribo de la ambulancia, se encontraba inconciente y respirando con asistencia mecánica.
Más tarde, el doctor Hector Pellegrini, jefe de Guardia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (donde fue trasladada la víctima), confirmó el deceso, ocurrido a poco después del ingreso.
El médico detalló que el pintor presentaba traumatismo de cráneo, fracturas expuestas en los miembros y otras lesiones internas. “La sumatoria llevó al deceso del paciente, que ingresó con vida pero al rato falleció”, señaló.
Los vecinos del lugar del hecho contaron que no vieron el momento del accidente, pero que se encontraron con mucha pintura esparcida por el piso, los restos de un balde y de lo que habría sido un arnés, aunque no se puede precisar si lo tenía puesto al momento de la caída al vacío.
El pintor fue trasladado de urgencia al Heca y al momento de ingresar presentó un paro cardiorrespiratorio que los médicos lograron resolver, pero ya diagnosticaron traumatismo severo de cráneo, traumatismo de miembro superior y de abdomen.
«Un arnés tan trucho como los que contratan al trabajador»
Narciso Cantero, de la ONG Manos a la Obra, concurrió al lugar del accidente y remarcó que no se cumplían con las normas de seguridad pertinentes para ciudar la vida del trabajador.
«Estamos viendo que el arnés es casero. Y esto lo hacen por ahorrar costos. Es tan trucho como los que contratan al trabajador. Se escatima en costos y así se pierden vidas de los compañeros», dijo enojado.
Para Cantero, «el arnés que estaba usando el trabajador no cumple las normas IRAM, está hecho de cintas plásticas y seguramente eso es lo que le ha cortado el clavo de vida. Es hora de que alguien haga algo”, gritó enfurecido.
