Ni arneses de seguridad ni una red que habría evitado el golpe mortal. Hacía apenas diez minutos que V. M. R., de 57 años de edad, había comenzado la jornada laboral, que iba a ser la última de su vida. Cuando se precipitó al vacío desde siete metros de altura, el trabajador extremeño instalaba junto con el autónomo que le contrató y otro compañero las piezas de la estructura de la cubierta de una nave agrícola que se construye en el término de Quiruelas de Vidriales.
Las instalaciones donde ocurrió el accidente están próximas al kilómetro 15 de la carretera nacional 525 y separadas del casco urbano ‘unos quinientos metros’ calcula el alcalde, Aurelio Rodríguez de Paz. Precisamente, la nave en construcción es propiedad de unos familiares del munícipe que, aseguró, estaban completamente destrozados por la tragedia. En el pueblo, afirma rotundo, es la primera vez que un accidente laboral tiene consecuencias tan trágicas.
Eran las 7.53 minutos cuando el servicio de emergencias 112 recibía el aviso, incluso se dio orden de que despegara uno de los helicópteros medicalizados, pero ya no hizo falta. Los facultativos que se desplazaron al lugar confirmaron que V. M.R. había fallecido. Es el cuarto trabajador que fallece en la provincia de Zamora en lo que va de año por accidente laboral.
El operario iba a continuar colocando las placas de uralita en el tejado cuando parte de la estructura falló bajo sus pies y, al carecer de sujección, cayó al vacío, golpeándose fuertemente en la cabeza. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada para salvar su vida.
Los inspectores de Trabajo comprobaron nada más llegar que en la obra era total la ausencia de medidas de seguridad, tanto individuales como colectivas. Por ese motivo, Comisiones Obreras presentará hoy una denuncia en la Inspección, mientras que el empresario autónomo tendrá que declarar hoy en el puesto de la Guardia Civil de Benavente.
Por la tarde, el equipo forense practicaba la autopsia al cadáver en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora, a donde fue trasladado pasadas las 13.00 horas, una vez que la comisión judicial ordenó el levantamiento. La propietaria del bar Paz, en el centro del pueblo, fue la encargada de llamar a la funeraria que iba a trasladar el cuerpo hasta Zamora.
Aumento
El sindicato Comisiones denuncia que cada vez son más los accidentes laborales que se registran en el medio rural de Castilla y León. El accidente mortal de Quiruelas se suma al que se registró el pasado martes 24 de julio en Peñafiel (Valladolid), tras el que se exigió ‘una mayor contundencia a los poderes públicos de la comunidad y del Estado para frenar esta trágica escalada’.
Según los datos oficiales registrados hasta el mes de junio, el número de muertos habidos en la comunidad asciende a 26, aunque según este sindicato a esta cifra hay que sumar los seis que se han producido en el mes de julio. Por lo tanto, al día de hoy han fallecido en su puesto de trabajo 32 trabajadores, cuatro de ellos en Zamora.
Estos registros, según CC. OO., no contabilizan la mortalidad ‘in itinere’ (en el tránsito al puesto de trabajo), con lo que el número de fallecidos ascendería a 37 operarios. De todos ellos, la gran mayoría se han producido en el contexto rural, de ahí que haya que hacer especial hincapié en las pequeñas localidades.
De oficio
Por este motivo, desde Comisiones Obreras se solicita a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que actúe ‘de manera inmediata y con el mayor rigor y contundencia posibles con el fin de reducir estos fatídicos registros’, mientras que se pide a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que, tanto en este accidente de Quiruelas como en los anteriores y los que se produzcan en el futuro, ‘inicie de oficio el procedimiento oportuno y se depuren las responsabilidades a que hubiere lugar’.
Según los últimos datos oficiales de siniestralidad facilitados por la Junta de Castilla y León, que corresponden al período comprendido entre enero y mayo de este año, en la provincia de Zamora se han producido 1.207 accidentes laborales, tres de ellos mortales, diez con heridos graves y 1.194 con heridos leves. La variación de los siniestros mortales respecto del período anterior supone un incremento del 200 por ciento, ya que en los primeros cinco meses del año pasado hubo un fallecido, y este año fueron tres las muertes registradas de enero a mayo.