La tragedia de Refinería cumple 38 años: «La gente sacaba muertos del mar, es imposible de olvidar»

Dos petroleros explotaban en el pantalán de Puente Mayorga aquel 26 de mayo de 1985, dejando 33 muertos y 70 heridos. «El mar ardía, había cadáveres flotando», recordó el exalcalde de San Roque, Eduardo López Gil

Explosión del Petrogen One. / Foto Juan Antonio Medina

Eran las 11:10 de la mañana de aquel lejano, pero próximo en los recuerdos, 26 de mayo de 1985. Un momento trágico que no consigue desmoronarse de la mente de cientos de ciudadanos que vivieron el ‘infierno’ de cerca. Treinta y siete vidas perdidas y setenta heridos que por fortuna, pudieron sobrevivir. Lo que en definitiva sintetiza la mayor tragedia marítima española jamás vivida que tuvo lugar en el Campo de Gibraltar.

Amanecía un domingo «apacible» en el que los ciudadanos disfrutaban del levante campogibraltareño que invitaba a quedarse al sol. Los trabajadores del Pantalán de Refinería de San Roque, encargados de gestionar los atraques y acoplar las cargas y descarga de los productos, comenzaban otra jornada de trabajo que como de costumbre, tenía su arranque a las seis de la mañana. Todo iba bien hasta que de un momento a otro, esta situación idílica dio un giro extremo y ese día soleado, se tiñó de gris.

Imagen del hundimiento del Petrogen One

El Petrogen One había explotado, se comenzaron a escuchar gritos seguidos de una enorme columna de humo y fuego que hacían presagiar la magnitud de los hechos, y que a su vez, confirmaba el peor de los temores: se acababa de producir uno de los mayores incidentes industriales en la historia de España.

Hoy, como no podía ser de otra manera, este recuerdo incesante viene (pero también vive en) a la cabeza de muchas familias de la zona que tristemente perdieron a sus familiares y que hoy les homenajean en sus corazones en el 38 aniversario de este terrible suceso.

«El mar ardía, el barco estaba ya semihundido pero seguía ardiendo y cadáveres flotando, gente sacando muertos del mar«, comentaba Eduardo López Gil, alcalde de San Roque en 1985, en los instantes posteriores al acontecimiento.

«Jamás podré olvidar todo lo que se sacaba del agua»

El accidente se produjo en el pantalán de Cepsa en Puente Mayorga cuando el Petrogen One y el Camponavia, dos petroleros que operaban en la Bahía de Algeciras, explotaron. Y ese sismo, llegó a sentirse en todos los rincones de la comarca.

«El estruendo tan grande hizo vibrar el suelo a modo de terremoto, vibración de cristales, rotura de vidrieras, de puertas y de las mismas infraestructuras de las viviendas. Esto creó un pánico tan enorme que las familias corrían hacia sus coches para desaparecer del lugar. Algunos no conseguían acceder a sus coches«, afirmó en una entrevista para este medio Ana, que contó el testimonio de su hermana a nuestro compañero Rubén García.

Restos de los barcos. / J.A. Medina

«Ese día perdí a mi padre»

En ‘La Línea a través del tiempo’, en una publicación que ha recabado cientos de interacciones de personas que con sus testimonios narran cómo vivieron en sus propias carnes la situación, os contamos algunos de lo más impactantes.

«Ese día maldito perdí a mi padre. En esa explosión, ese 26 de mayo del 85″, comenta una de las afectadas; «yo estaba viviendo en María Guerrero, estaba embarazada de siete meses, escuché una explosión tan grande que el balcón creía que se reventaba del crujido. Cuando me asomé al balcón vi esa nube tan negra que vaya susto más grande me llevé. Menos mal que todo se quedó para mí en eso, un susto», explica otra; «lo recuerdo con tristeza, un vecino mío murió también y le faltaban varios días para jubilarse».

Así se veía la explosión en distintos puntos del Campo de Gibraltar.

Y seguro, los más ‘heroicos’, los testimonios de las personas que tuvieron que realizar las labores de rescates de los cientos de víctimas que se llevó la explosión. «Yo como miembro de Cruz Roja participé en las tareas de rescate, fue muy triste por todo lo que se sacaba del agua, imposible de olvidar, allí también perdió la vida el suegro de mi hermano que estaba de guardia en el turno de Cepsa».

Recuerdos que no se esfuman y que siguen latentes. Algunos duelen más, otros «se quedaron en susto», pero la realidad es la que es. Ni las imágenes, ni los gritos de la gente pidiendo auxilio, ni el crujir de los hierros podrá opacarse de la mente de muchas personas que de por vida estarán marcadas por la tragedia del Pantalán de Refinería.

https://www.diarioarea.com/2023/05/26/refineria-tragedia-bahia-petrogen-one/

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