La pesadilla de Karachi

En Pakistán el incendio en una fábrica de prendas de vestir provoca la muerte de 250 personas y se convierte en el incendio industrial más mortífero registrado por NFPA.

El número de personas fallecidas en el incendio de la fábrica de prendas de vestir de Karachi, Pakistán, el 12 de septiembre de 2012, varía dependiendo de la fuente, siendo el número más frecuentemente citado el de 258 personas, más cientos de heridos. Mientras que para las autoridades pakistaníes ha resultado difícil determinar la cifra exacta, hasta los cálculos estimados definen este incidente en una categoría propia. Según la División de Análisis e Investigación de Incendios de NFPA, el incendio de Karachi se ha convertido, por amplio margen, en el más mortífero registrado en una instalación industrial o manufacturera.

La referencia previa había sido el incendio de la fábrica de juguetes Kader, que terminó con la vida de 188 trabajadores cerca de Bangkok, Tailandia, en 1993. Antes de Kader, el incidente más terrible había sido otro incendio de una fábrica de prendas de vestir: El incendio de Triangle Waist Co. en la ciudad de Nueva York en 1911, que terminó con la vida de 146 personas y generó reformas radicales en la seguridad de los lugares de trabajo en los Estados Unidos, incluida la creación del Código de Seguridad Humana de NFPA.

El incendio de Karachi le pisó los talones a otro incendio mortal de un centro industrial pakistaní, pero en la ciudad de Lahore. El 11 de septiembre de 2012, por lo menos 23 trabajadores murieron en el incendio de una fábrica de zapatos, que se inició debido a la falla de un generador eléctrico.

Los incendios ocurridos en Pakistán son los ejemplos más recientes que identifican el problema mundial con respecto a los incendios que han asolado a la industria de las prendas de vestir durante décadas. El artículo sobre el 100° aniversario del incendio de Triangle, publicado en el NFPA Journal Latinoamericano en la edición de junio 2011, destacó un gran número de similitudes entre los incendios más terribles ocurridos en fábricas de prendas de vestir durante el último siglo: pocas salidas accesibles, puertas trabadas, falta de sistemas de protección contra incendios, prácticas de cumplimiento cuestionables, el macabro espectáculo de trabajadores saltando desde los techos o ventanas superiores para escapar de las llamas. Tales incendios ahora tienden a ocurrir en países en vías de desarrollo, como Honduras o Bangladesh, en donde las condiciones peligrosas de trabajo son parte del riesgo colateral de la industria global de prendas de vestir asociado con lo que los críticos describen como la “carrera hacia el fondo” o la búsqueda continua de lugares de fabricación que ofrezcan la mano de obra más barata y la menor cantidad de requisitos regulatorios para los propietarios.

La fábrica Ali Enterpresis de Karachi, ejemplifica ampliamente esa descripción, la cual, según se informa, fabrica productos de tela de jean para etiquetas estadounidenses y europeas, siendo parte de la industria textil de Pakistán que representa alrededor de $14,000 millones de dólares anuales, o la amplia mayoría de las exportaciones del país. Los informes señalan que cerca de 1,000 trabajadores se hallaban en el edificio de varios pisos cuando comenzó el incendio, pero sólo había una salida disponible; las otras salidas habían sido trabadas. La mayor parte de las ventanas del edificio tenían barrotes. Algunas personas perdieron la vida o sufrieron heridas al tratar de saltar del edificio, pero la mayor parte de los víctimas fueron trabajadores quienes, enfrentando el humo y las llamas, no tuvieron escapatoria. Las condiciones fueron similares en el incendio de la fábrica de zapatos; un pariente de uno de los trabajadores muertos en el incendio indicó a Associated Press que no hubo manera de escapar del edificio una vez comenzado el incendio.

Los informes iniciales dieron versiones enfrentadas sobre la causa del incendio, como la posibilidad de un cortocircuito, pero todavía no se ha brindado una causa oficial. CNN ha informado que se han completado una investigación policial y gubernamental sobre el incendio y que los hallazgos se harán públicos próximamente.

Un nuevo enfoque sobre el problema de la inspección y cumplimiento

Con el incendio de Karachi una serie de problemas fundamentales relacionados con la inspección y el cumplimiento —denominadores comunes de la mayor parte de los incendios de la industria de la indumentaria— rápidamente salieron a la luz, pero el incidente ofreció una nueva vuelta de tuerca sobre el tema. La fábrica de Karachi había sido inspeccionada en agosto y había recibido una revisión favorable por parte de Social Accountability International (SAI) (Responsabilidad social internacional), un grupo de control sin fines de lucro de los EE.UU. que evalúa las condiciones de trabajo de las fábricas en todo el mundo. El periódico New York Times señaló que SAI había inspeccionado la fábrica de Karachi y había indicado que cumplía con normas internacionales en nueve de las áreas necesarias a las que SAI describe como “lugares de trabajo decentes”. Esas áreas incluyen salud y seguridad, las cuales contienen sistemas para “detectar, evitar y responder a los riesgos” y “el derecho de los trabajadores de alejarse de peligros inminentes”. Por cumplir esas normas, la fábrica Ali Enterprises recibió la prestigiosa certificación SA8000 otorgada por SAI.

Sin embargo, como informó el Times, SAI recibe un importante financiamiento por parte de la industria y cuenta con sus filiales en todo el mundo para efectuar inspecciones. Según algunos críticos, estos aspectos hacen perder el sentido de las designaciones de SAI. “Todo el sistema está viciado”, Scott Nova, director ejecutivo de Worker Rights Consortium (Consorcio de Derechos de los Trabajadores), un grupo de control de los EE.UU. financiado por universidades estadounidenses, señaló al Times. “Esto pone de manifiesto, más claramente que nunca, que los sistemas de control financiados por compañías como SAI no pueden proteger a los trabajadores”.

SAI informó al Times que había suspendido su trabajo en Pakistán con la filial que había realizado la inspección de la fábrica de Ali Enterprises, y que estaba llevando a cabo “una profunda revisión de todo su proceso de certificación”.

Los incendios industriales de Karachi, una ciudad de 20 millones de habitantes, son parte de un problema mucho mayor que sufre el país. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Ingeniería y Tecnología NED de Karachi investigó edificios de la ciudad que habían sufrido incendios y descubrió que “la negligencia, la violación de códigos de construcción, el desconocimiento de medidas de seguridad, el descuido y la falta de capacitación fueron las causas principales de dichos incendios. Se detectó una falta grave de instalaciones e infraestructuras para el combate de incendios”. Como consecuencia, los investigadores señalaron que “el peligro de incendio representa una amenaza grave para las actividades económicas y sociales [en las grandes ciudades de Pakistán]. Desafortunadamente, la escala de esta amenaza no es reconocida por completo en Pakistán, a pesar de que los incendios recientes. . . han provocado considerables pérdidas humanas y económicas”.

Olga Caledonia, directora ejecutiva de Operaciones Internacionales de NFPA, dice que la organización puede ayudar a los países en vías de desarrollo en pasos tales como Memorándums de Entendimiento, los que promueven los códigos y normas de NFPA y brindar versiones traducidas de los documentos clave. “Esta es un área en la que NFPA realmente puede ayudar a nivel local, brindando a los gobiernos las herramientas para proteger a las comunidades y ofreciendo a las autoridades competentes los documentos específicos para hacer cumplir las reglamentaciones”, afirmó. NFPA mantiene una relación indirecta con la Asociación de Protección contra Incendios de Pakistán a través de Confederación de Asociaciones de Protección contra Incendios International pero actualmente no existe ninguna relación directa con el país.

Sin embargo, hasta que el cumplimiento sea visto como una parte valiosa de la ecuación de la seguridad, los incidentes como el incendio de Karachi serán cada vez más comunes, dice Caledonia. “Las condiciones como las de Karachi existen en todo el mundo, y no sólo en la industria de la indumentaria”, señala. “Podemos hacer todo lo posible para diseminar nuestro mensaje de seguridad y hacer disponibles nuestros códigos, pero en última instancia la protección de sus habitantes queda en manos de los gobiernos. Controlar a la industria es una factor importante, pero los gobiernos deben estar dispuestos a tomar esas medidas”.

Scott Sutherland es director ejecutivo del NFPA Journal

Casos reincidentes

Un incendio sin precedentes en Bangladesh es el más reciente en una larga historia de incidentes resaltando la falta de seguridad en fábricas de prendas de vestir.

Deficiencias de seguridad en instalaciones de fabricación de prendas de vestir fueron nuevamente el foco de atención, luego del incendio, en noviembre de 2012, en al fábrica de Tazreen Fashions en Bangladesh, que mató a más de 100 personas. El incendio es considerado el incidente industrial más mortífero del país, según el The Wall Street Journal.

El incidente en Tazreen repetía de manera escalofriante las condiciones de la fábrica de prendas de vestir en Karachi, Pakistán, el incendio más mortífero jamás registrado en una instalación de manufactura o industrial, según NFPA, en el cual en septiembre del 2012 murieron más de 250 personas. La instalación de Tazreen, según varios informes periodísticos, no tenía extintores de incendios, tenía hilos y telas almacenados ilegalmente cerca de los generadores eléctricos, y no tenía escalera de incendios o rociadores. Las alarmas de humo si sonaron, pero los gerentes le dijeron a los empleados que ignoraran el ruido y sigan trabajando. Más de 1,100 personas estaban dentro del edificio durante el incendio, que los oficiales de incendio creen que fue causado por un cortocircuito eléctrico.

Los inspectores de edificaciones habían documentado sus preocupaciones luego de inspecciones previas de la fábrica, que fabricaba prendas de vestir para empresas norteamericanas y europeas. La Associated Press informó que a la instalación recibió una clasificación de seguridad de “alto riesgo” luego de una inspección en mayo de 2011 y una clasificación de “riesgo medio” en agosto de 2011. Sin embargo, el incendio pone al descubierto la “enorme diferencia” entre las empresas de ropa, las “garantías” en la seguridad que deberían proteger a los trabajadores, y las fábricas que despachan los pedidos, declara el New York Times.

El New York Times también reporta que más de 600 trabajadores de la industria de confección en Bangladesh han muerto en incendios similares desde 2005, e innumerables mas han fallecidos en operaciones en el extranjero desde que EE.UU. reforzó la seguridad en sus propias fabricas de prendas de vestir luego del incendios del Triangle Waist Co. en la Ciudad de Nueva York en 1911. Ese incendio resultó en amplias reformas, incluyendo el desarrollo del NFPA 101®, Código de Seguridad Humana.

Por Scott Sutherland

http://nfpajla.org/

Fuente: http://firestation.wordpress.com

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