La Organización Internacional del Trabajo en España ha advertido de la presencia de jóvenes de 16 y 17 años en nuestro país que realizan trabajos peligrosos. Una conclusión que extraen del hecho de que este colectivo sufre al año unos 350 accidentes leves de los que una cuarta parte son por sobreesfuerzos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España ha advertido de la presencia de menores de 16 y 17 años en el país que realizan trabajos peligrosos, una conclusión que extraen del hecho de que este colectivo sufre al año unos 350 accidentes leves de los que una cuarta parte son por sobreesfuerzos.
Concretamente, en España hay casi 850.000 jóvenes de 16 y 17 años de los que 8.700 están trabajando, una situación legal pues la edad mínima para trabajar en este país son los 16 años. Sin embargo, la OIT advierte de que no todos ellos trabajan en condiciones legales ya que realizan labores peligrosas.
Según la recomendación 190 que acompaña al Convenio de la OIT sobre trabajo infantil y que ha sido ratificada por España, se considera trabajo peligroso aquel que por las circunstancias en que se realiza o por su propia naturaleza puede producir daños en la salud, la seguridad o la moral de los niños.
Ante esta situación, el director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto, ha pedido a las autoridades laborales y agentes sociales que «presten la debida atención a estos adolescentes en trabajos peligrosos».
Además, ha realizado dos recomendaciones: Identificar en las estadísticas laborales a este colectivo de trabajadores de 16 y 17 años y establecer un sistema de vigilancia especial, tanto por parte de la Inspección de Trabajo como de las comisiones paritarias de los convenios y los comités paritarios de seguridad y salud en los centros de trabajo.
Esta tasa de siniestralidad entre los trabajadores que se encuentran entre la edad mínima para trabajar y la mayoría de edad, también es igual o superior a la media en otros países europeos. Así, en el sector industrial en 2011 la tasa de incidencia de accidentes no mortales en la UE fue de 1.518 por cada 100.000 empleados en el caso de los menores de 18 años, frente a la media general, de 1.251 por cada 100.000 trabajadores.
EL 11% DE LOS NIÑOS TRABAJAN
Todos estos datos se encuadran en el informe presentado este jueves por la OIT que revela que en el mundo hay 168 millones de niños que trabajan (el 11% de la población infantil). De todos ellos, unos 85 millones realizan las peores formas de trabajo infantil.
Asimismo, de los datos se desprende que 47,5 millones de esos menores son adolescentes que realizan trabajos peligrosos, lo que supone la cuarta parte de todo el trabajo infantil y la mitad de las peores formas de trabajo infantil.
El director de la OIT en España ha alertado de que en el mundo mueren al año 22.000 niños en accidentes laborales, casi un 7% de los fallecidos por esta causa (320.000). En España se documentó un caso de accidente mortal en 2010 cuando un joven de 17 años inhaló pesticidas mientras fumigaba una plantación de tomates sin la debida protección.
Asimismo, se ha referido a la relación que existe entre el trabajo de los jóvenes de 16 y 17 años y la educación para subrayar que «una cosa es el derecho de estos chicos al trabajo y otra que sea lo mejor que pueden hacer a esa edad». Precisamente, han detectado que los menores de esta franja de edad que trabajan «tienen menos oportunidades de futuro, menos aún si se trata de trabajos peligrosos».
En este sentido, ha criticado «lo mal organizada que está la sociedad» porque, según ha precisado, mientras en el mundo hay 168 millones de niños y adolescentes trabajando, otros 75 millones de jóvenes menores de 25 años están buscando empleo sin éxito. Por ello, Joaquín Nieto apuesta por «una mayor inversión en la educación pública».