Poco antes del mediodía de ayer una tragedia sacudió al barrio de La Movediza, cuando un joven de 21 años se encontraba trabajando en un precario taller de confección de cuchillos artesanales y sufrió un accidente que le costó la vida.
El escenario del inesperado fallecimiento fue un galpón montado con chapa en el fondo de la vivienda ubicada en pasaje Los Rosales 1941, a unos 500 metros del Centro Integrador Comunitario de La Movediza.
Cerca de las 10.50, Jonathan José Cerrudo, la víctima, se encontraba produciendo piezas junto a su socio o patrón Omar Maximiliano Martínez, propietario del domicilio. En momentos en que afilaba la hoja de un cuchillo con una máquina esmeriladora, una porción de piedra le impactó en el rostro y lo mató en el acto.
Si bien se investigan las causas del penoso suceso, fuentes policiales informaron que la piedra de la herramienta se partió en tres pedazos cuando giraba a alta velocidad y uno de ellos salió disparado en dirección al joven artesano.
Incluso, una de las porciones de la piedra esmeril que se desprendió con gran violencia de la máquina industrial hizo volar una de las chapas de cinc que oficiaba de pared en el espacio de trabajo.
Un ruido fortísimo
Vecinos relataron que en la víspera, la actividad en el taller de cuchillos había comenzado más temprano de lo habitual debido a que tenían gran cantidad de trabajo por realizar. Alrededor de las 7, los artesanos ya estaban apostados en el galpón de chapa.
Minutos antes de las 11, los habitantes más cercanos a la vivienda donde ocurrió el accidente escucharon un fortísimo ruido que se asemejó a una explosión. Enseguida, Maximiliano Martínez salió corriendo y, en estado de shock, pidió que llamaran a una ambulancia.
La espera de los servicios de emergencia se les hizo eterna. Cuando finalmente arribó la unidad del Hospital Santamarina, el equipo de profesionales nada pudo hacer por Jonathan, quien había recibido el letal impacto de un trozo de piedra esmeril en la nariz y parte del pómulo izquierdo.
La investigación
Personal de la Seccional Segunda junto a integrantes de la Fiscalía, de la Policía Científica y el médico de policía se hicieron presentes en el pasaje de La Movediza a los fines de intentar recoger elementos que sirvan para determinar las causas de la muerte.
Agentes policiales custodiaron la escena del accidente, ya que gran cantidad de adultos y niños deambulaban por la cuadra. En ese marco, hubo escenas de dolor en los rostros de aquellos que confirmaban la noticia.
Varias horas después del hecho, el cuerpo del artesano fue trasladado por una ambulancia de Casa Crespo, Iacaruso y Santillán hasta la morgue, donde se le realizó la operación de autopsia.
El subcomisario Jorge López, titular de la Seccional Segunda, confirmó que el taller no estaba habilitado y destacó que realizaron una inspección ocular, recolectando distintas pruebas.
Además, informó que al momento de la tragedia había dos personas más en el galpón y algunas otras en las inmediaciones, quienes afortunadamente no sufrieron heridas.
La causa caratulada “Muerte por accidente” quedó en manos del fiscal Marcos Egusquiza.
Una salida laboral
El precario galpón donde se produjo el deceso de Jonathan Cerrudo no contaba con habilitación municipal ni medidas de seguridad. Es que la fábrica había sido montada en un reducto de chapas, mientras los socios construían un espacio de planchones en el fondo del terreno.
Los vecinos contaron que el emprendimiento dedicado a producir cuchillos artesanales fue una salida laboral de dos o tres obreros que fueron despedidos de una fábrica, entre ellos Jonathan Cerrudo. Todos compartían la ilusión y las ganas de progresar.
El joven de 21 años vivía a una cuadra del lugar junto a su familia, pero pasaba largas horas en el taller para ganarse el sustento diario.
Los habitantes de la zona coincidieron en que se destacaba por ser muy trabajador y señalaron que las máquinas hacían ruido, por lo que delataban la cantidad de horas que los socios permanecían en su actividad laboral.