Huesca.
La zona espera a ser demolida para transformarse en una zona urbana.
15/04/2011 EL PERIÓDICO
Transcurridos seis años desde la explosión que destruyó el silo de Harinas Porta, la harinera sigue en pie, a la espera de su demolición, y lo mismo sucede con la contigua instalación de Harinas Villamayor. Se emplazan en un polígono que la ciudad de Huesca ha recuperado y que está llamado a convertirse en una futura zona de expansión urbanística de carácter residencial.
Registrada en abril del 2005, la explosión que destruyó Harinas Porta mató a cinco trabajadores y provocó una honda conmoción en Huesca. Desde un principio, el propietario de la fábrica defendió la tesis de que un rayo había provocado toda la destrucción, una teoría que se vio finalmente ratificada por un juzgado de primera instancia de la capital oscense que, el pasado mes de febrero, dictaminó que la explosión solo pudo ser causada por la caída de un rayo.
De esta forma, el propietario de la instalación, que ha trasladado la producción y el personal a otras fábricas, quedó exonerado como responsable civil frente a Inmobiliaria Buil, que le reclamaba 343.000 euros en concepto de daños materiales, pues se vio afectado un inmueble de su propiedad.
En su resolución, el magistrado sostenía que, según los informes periciales y las declaraciones de los testigos en el proceso penal, la causa más plausible del suceso fue un fenómeno natural y no una negligencia.
En este sentido, la sentencia de la jurisdicción civil fue más lejos que la emitida en la penal, donde el juez no se pronunció por la causa directa de la tragedia, que provocó asimismo 14 heridos.
De hecho, un grupo de expertos que visitó la harinera al poco del accidente, comprobó que el rayo había entrada por la parte superior de la instalación y la había atravesado literalmente en busca de tierra. El polvo en suspensión, un elemento muy volátil, produjo una explosión al entrar en contacto con el relámpago.
