La fuga en una caldera y una chispa eléctrica desencadenaron la explosión de gas que causó seis heridos

La descarga pudo ser originada por un interruptor del piso siniestrado o por el timbre de la puerta Según la Policía, los técnicos llamaron a la vivienda


DETONACI�N. Cocina de la vivienda en la que se produjo la explosión. / PI�A

Una serie de factores fortuitos y condicionantes hizo que el jueves una vivienda de la calle de Garcilaso de la Vega saltase por los aires debido a una explosión de gas natural. La fuga se originó en una vieja caldera ubicada en la cocina del piso. La detonación se produjo a las 9.30 horas, previsiblemente, por una chispa eléctrica originada al accionar un interruptor o el propio timbre de la vivienda. La acción que provocó el estallido de la gran cantidad de gas acumulado durante la noche se desconoce, a falta de las conclusiones de la investigación de lo que pudo acabar en tragedia. Lo que sí parecen tener claro los técnicos de la empresa suministradora HC Energía es que los conductos comunitarios y la instalación individual se encontraban en perfectas condiciones. Tal es así, que el suministro de gas se restableció en el edificio el mismo día del suceso.

Lo que se trata de determinar ahora es la acción que motivó la descarga eléctrica. Mientras que varios testigos y vecinos aseguran que fueron los propios técnicos del gas los que provocaron la detonación al llamar al telefonillo del inmueble para avisar al inquilino, otras voces apuntan a que fue el morador, Cesáreo Carlos de Tomás, el que pudo accionar algún interruptor de la luz que generó la chispa.

Las dos hipótesis son corroboradas por técnicos consultados por EL COMERCIO, que consideran «factible» que la detonación haya sido causada por una chispa del telefonillo o por el interruptor de la luz. Sin embargo, los inquilinos del edificio de enfrente aseguran haber visto a Cesáreo Carlos de Tomás tumbado en la cama después de que la onda expansiva derribase la fachada de su domicilio.

Ayer en el edificio y en la calle no se hablaba de otra cosa. A falta de las conclusiones de la investigación que se ha abierto para esclarecer lo ocurrido, los vecinos y comerciantes de la zona creen que «el estallido se produjo al accionar algún aparato». El Cuerpo Nacional de Policía apuntó el mismo día del impacto que «un técnico observó que el contador del piso no paraba de correr, con un consumo totalmente desproporcionado, por lo que intentó avisar al vecino afectado, pero nadie respondía en esa morada».

Dos operarios heridos

La explosión se produjo a las 9.30 de la mañana del jueves en una vivienda del segundo piso del número 39 de la calle de Garcilaso de la Vega. A esa hora, se encontraban presentes un operario de la empresa instaladora Montagás y dos trabajadores de la suministradora HC Energía. Habían sido requeridos por la presidenta de la comunidad tras detectar un fuerte olor a gas a primera hora de la mañana. La onda expansiva del estallido que derribó las fachadas exterior e interior del edificio provocó heridas de carácter leve a dos de los operarios -Manuel A. G. F. y Aurelio B. G.-, que se encontraban en la calle.

La importante concentración de gas natural en la vivienda hizo que una sola chispa fuese suficiente para explosionar el gas acumulado. En apenas segundos saltaron por los aires las paredes exteriores de la casa y el tabique que lo separaba de la vivienda contigua. Los cascotes se precipitaron sobre la vía pública, afectando a seis coches -uno de los cuales ocupado por un hombre que resultó ileso- y a tres peatones, así como a dos mujeres de los pisos colindantes.

OLAYA SUÃ?REZ osuarez@elcomerciodigital.com/GIJÃ?N

Fuente: www.elcomerciodigital.com

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