Jorge Murtra, perito de incendios y arquitecto experto en seguridad, tendría bastante claro el origen del fuego: «el exceso de materiales altísimamente combustibles», explica.
Conocer el origen del fuego o cómo murieron las 13 personas afectadas por el incendio de ‘Las Atalayas‘, en Murcia, es la prioridad de los servicios de emergencia para que los allegados puedan descansar con respuestas a lo ocurrido. Jorge Murtra, perito de incendios y arquitecto experto en seguridad, tiene claro lo que pudo ocurrir. «No tengo ninguna duda del desarrollo del incendio: el exceso de materiales altísimamente combustibles«. Explica que «el desarrollo de un incendio es proporcional a la carga de fuego existente».
Hay materiales que «rápidamente entran en pirólisis, se descomponen y producen gases inflamables«, entre otros, «el monóxido de carbono», que «inhibe la capacidad de respuesta de la gente, te vas quedando sin oxígeno cerebral y no puedes coordinar ni la mente ni los movimientos». Esta es la razón por la que «la gente fallece mucho antes de que le alcancen las llamas«.
En este tipo de situaciones límite «no da tiempo prácticamente ni de reaccionar», momentos más complicados aún «si encima no están señalizadas las salidas, si no hay luces de emergencia o no hay un sistema de detección previo para poder avisarte y poder evacuar el local«, afirma Jorge Murtra. El experto en seguridad sostiene que este tipo de accidentes no son normales ni habituales, pero que «a veces se dan este tipo de casos y sucesos por falta de control, no tiene más justificación que esta».
Murtra sentencia que «el responsable directo es el responsable del local, el que ejerce la actividad es el responsable y, por supuesto, están las responsables subsidiarias, las administraciones, que no han controlado en su caso o en su momento que se cumpla la legislación». Precisa que «no es una legislación administrativa, legislación para garantizar la seguridad de los usuarios«. El cumplimiento de la normativa es algo que ahora se ha de analizar.
Las discotecas estaban abiertas a pesar de una orden de cese
Las discotecas de Murcia que ardían a primera hora del pasado domingo tenían una orden de cese y cierre desde hace 20 meses. A pesar de ello, abrieron al público y funcionaron ‘con normalidad’ durante más de un año, a pesar de no tener los permisos en regla. «Aquí el único responsable es la empresa, que a pesar de las comunicaciones efectuadas de cerrar los locales hizo caso omiso de ellos», decía en rueda de prensa el que fuera concejal de Urbanismo de Murcia, Andrés Guerrero.
El 18 de diciembre del año 2018 se concedió la licencia de apertura y funcionamiento de actividad con destino «discoteca con cocina«, explicó el teniente de alcalde, Antonio Navarro. A pesar de ello, unos años después, la empresa modificó el local y lo dividió en dos: Teatre y La Fonda.
Esto abarcaría una modificación «sustancial» para los expertos, lo que obligó a decretar el cese de la actividad en las discotecas Teatre y La Fonda. La modificación de actividad para dividir la discoteca en dos se presentó el 27 de junio de 2019. Meses después, se decretó el «cese de actividad» debido a que los técnicos del Ayuntamiento de Murcia veían necesaria una nueva licencia.