Siete personas fueron imputadas, por la muerte de Mauricio Calderón, en la obra del nuevo edificio del BPN.
El edificio en construcción del BPN. (Matías Subat)
Una tolva metálica se desprendió y cayó directamente sobre Mauricio Calderón, que estaba parado en la vereda interna de la obra, sobre calle Independencia (Matías Subat)
Siete personas imputadas por cometer negligencia en la muerte del chofer de un camión hormigonero. (Matías Subat)
Neuquén (AN) – Los responsables de la obra del nuevo Banco de la Provincia del Neuquén (BPN), los encargados de seguridad y tres obreros fueron imputados por la muerte de Mauricio Calderón, ocurrida el 5 de octubre del año pasado cuando al chofer del camión hormigonero le cayó encima una tolva que se desprendió del noveno piso.
En total son siete las personas imputadas por el delito de homicidio culposo, es decir por actuar en forma negligente. Según detalló en la formulación de cargos la funcionaria de la fiscalía, Eugenia Titanti, “En su condición de profesionales responsables de la obra y de la seguridad en la misma, debieron velar por el normal cumplimiento de los procedimientos establecidos”.
Y detalló que “la inobservancia de los reglamentos y de los deberes a su cargo, como así también la incorrecta manipulación de las herramientas y elementos de trabajo, contribuyeron en forma determinante a causar al deceso de la víctima”.
Los imputados son Bruno Taina y Emanuel García Rodríguez, representante técnico y jefe de obra, respectivamente, quienes tenían a cargo la supervisión y control del avance de la construcción y de la forma en la que los empleados realizaban los trabajos. También se imputó a César De Grandis y Leopoldo Reyes, encargados del Servicio Externo de Higiene y Seguridad, quienes se les achacó que habrían actuado negligentemente en la supervisión y control de las tareas asignadas al personal, estando a su cargo el control de las medidas de seguridad.
En tanto que también fueron imputados el capataz de la obra César Araya, el gruista Julio Vergara Gómez, y el albañil Gabriel Aceveque.
El fatal desprendimiento de la tolva de 21 kilos ocurrió a las tres de la tarde en la céntrica obra de Independencia al 70. Según la fiscalía la gravedad del caso radica en que habría sido una práctica habitual en dicha obra que, contrariamente a las pautas de seguridad, se trasladara el balde hormigonero con una grúa con un simple amarre como método de seguridad.
Mauricio Calderón estacionó esa tarde el camión de la empresa Hormigonera del Interior, para la que trabajaba hacía casi nueve años, y descendió con el casco reglamentario colocado.
Apenas un estruendo fue lo que escucharon sus compañeros. Es que la tolva metálica se desprendió y cayó directamente sobre él, que estaba parado en la vereda interna de la obra, a metros de la calle.