Empresa, Inspección de Trabajo y Guardia Civil buscan esclarecer las causas del siniestro en precipitación.
La factoría de San Cibrao continúa bajo el impacto que provocó el accidente laboral que costó la vida en la noche del jueves a Juan José Fernández Pérez, de 51 años, gerente y propietario de la empresa IPP, con sede en Avilés, contratada por Alcoa para tareas de limpieza y mantenimiento industrial.
Durante toda la mañana de ayer, altos cargos de Alcoa en España y Europa, así como técnicos en seguridad laboral analizaron los hechos, siguiendo los protocolos establecidos por la multinacional americana del aluminio. No es la única línea de investigación abierta. De forma paralela, también tratan de esclarecer las causas del accidente mortal Inspección de Trabajo y la Guardia Civil. De hecho, en las últimas horas estaba previsto que prestaran declaración compañeros del empresario y trabajador fallecido, una vez superado el impacto psicológico inicial.
Lo que ha trascendido hasta el momento es que Juan José Fernández Pérez falleció de forma inmediata, cuando realizaba tareas de reparación de su propio equipo, al parecer, al intentar desatacar una delas mangueras que, con agua a una presión de más de mil kilos, limpia el fondo de los tanques del área de precipitación. El fuerte latigazo golpeó al operario en la cabeza, causándole la muerte.
Posturas sindicales
Por su parte, desde la comisión ejecutiva de MCA-UGT Costa Lucense y desde la sección sindical en Alcoa se calificó de «muy aventurado, e incluso algo temerario, que por parte de algunos se empiecen a sacar conclusiones que a corto plazo podría ser que no tuvieran nada que ver con lo que realmente sucedió, y desvirtuar la realidad de lo ocurrido».
Al igual que señaló la CIG el día anterior, UGT quiere que se esclarezca lo ocurrido, se tomen las medidas necesarias para que no se repitan estos accidentes y se diriman las responsabilidades oportunas. Advierte que «en ningún caso vamos a entrar en dimes y diretes hasta que las investigaciones den sus frutos».
UGT alude a las «consecuencias» de la firma del último convenio, que no firmaron, señalando que la disminución de personal «está siendo una constante», política que entienden que «no son las más adecuadas para el funcionamiento de la fábrica».
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