El 70% de accidentes laborales de tráfico se produjo durante los trayectos a los destinos de trabajo.
Los accidentes de tráfico son uno de los principales problemas sociales en España. De entre las situaciones en que se pueden producir estos accidentes, los relacionados con el ámbito laboral, tanto los que suceden al ir y al volver del trabajo como los que ocurren como resultado de la propia jornada laboral, en el caso de los conductores profesionales, son especialmente significativos. Del total de los accidentes laborales, el tráfico causa del 40% de las víctimas mortales y el 10% de las bajas laborales.
Con el fin de reducir estas cifras, RACE y ANFABRA, dentro de la Campaña de Prevención de la Fatiga en la Conducción “Un refresco, tu mejor combustible”, inician una serie de actividades para concienciar a los trabajadores de la importancia de mejorar la información y adoptar hábitos saludables.
Sencillas medidas como tomarse unos minutos de descanso, estirar las articulaciones y beber un refresco, que ayuda a mantener la capacidad de atención, pueden facilitar la prevención de estos siniestros. Para ello, la campaña contará con distintos materiales formativos que se distribuirán entre las empresas, así como un soporte de formación online a través de la Academia RACE.
Accidentes en itinere y en misión
En 2010, según datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), se registraron 796.577 accidentes de trabajo con baja, de los cuales 68.833 (el 10% de total), estuvieron relacionados con el tráfico. De estos accidentes asociados a la movilidad, el 30% (19.498) ocurrieron durante el desarrollo de la jornada de trabajo en el caso de los conductores profesionales (accidentes en misión), y el 70% (49.335) se produjeron al ir o al volver del trabajo (accidentes in itinere). De todos ellos, 283 tuvieron resultado de muerte.
El cansancio provocado por la propia jornada laboral hace que los trayectos de regreso a casa sean los que presentan un mayor riesgo de accidente. A todo ello hay que unir que en estos meses la reducción de horas de luz hace que aumente el cansancio físico y visual. Junto a esto, el no beber lo suficiente y el estrés también aumenta el riesgo de fatiga.