El sector de la construcción naval de Vigo, que emplea a unos 6.000 trabajadores, paró durante la jornada de ayer en protesta por el fallecimiento el lunes de un joven de 19 años, que murió electrocutado cuando manipulaba con un destornillador una máquina rebarbadora en la empresa Talleres Ruiz y Moreira, ubicada en Bouzas. Unos 2.000 operarios se concentraron por la mañana frente al edificio administrativo de la Xunta, adonde acudieron en manifestación desde los astilleros, para expresar su «duelo y pésame» a la familia del fallecido y guardar un minuto de silencio.
El responsable del naval de CC OO, Ramón Sarmiento, recordó que los trabajadores «deben ser prudentes porque una parte de la prevención de accidentes es cosa suya» e instó a los operarios a que no cometan actos temerarios llevados «por los apuros y el ritmo de trabajo». Sarmiento denunció la situación vivida por los familiares del joven fallecido, ya que tuvieron que esperar casi cinco horas a que llegara la jueza de guardia para poder ver el cuerpo del joven, y también criticó que la misma autoridad hubiese obligado a otros trabajadores de la empresa a prestar declaración en la comisaría de madrugada «como si fueran delincuentes».
Miguel Anxo Malvido, de la CIG, señaló que el joven fallecido tenía «la formación adecuada» y lamentó que los siniestros mortales en el sector son consecuencia de «presiones y ritmos de trabajo muy fuertes». Exigió a empresas y Administración que inviertan en prevención y que cumplan estrictamente la ley y advirtió de que cada vez que haya un accidente mortal en el sector, los trabajadores mostrarán su protesta en las calles de Vigo.
