El creciente paro apenas contiene la siniestralidad laboral en la provincia

Un operario fallecido en una cantera de Burgomillodo, segunda muerte en accidente de trabajo en lo que va de año.

Algo no funciona. El sistema falla cuando se trata de proteger la salud de los trabajadores. Ya sea en el sector privado o en la función pública, hay numerosas plantillas que están indefensas en lo que respecta a la prevención de riesgos y garantizar su seguridad en el tajo. El sindicato Comisiones Obreras (CC OO) no distingue entre ámbitos de actividad. La norma está ahí, pero no siempre se cumple, y menos aún con la crisis, ya que hay empresarios que aplican el tijeretazo al capítulo de gastos en sus planes y programas de seguridad y salud laboral.

El panorama es negro, y peor todavía, luctuoso. La provincia lamenta la muerte ocurrida en la noche del jueves de un hombre de 54 años de edad – cuya identidad responde a las iniciales V. G. G. – que perdió la vida cuando se cayó del remolque de un camión mientras lo cargaba de arena. El fatal accidente tuvo lugar en una cantera localizada en las proximidades del término municipal de Burgomillodo. El siniestro se produjo hacia las 21:31 horas. Una llamada realizada al servicio de Emergencias 112 Castilla y León solicitó asistencia para el trabajador, quien se hallaba inconsciente. Cuando llegaron los efectivos de Sacyl y el equipo médico desplazado de Cantalejo solo pudieron certificar el fallecimiento.


Es la segunda víctima mortal en un accidente de trabajo en lo que va de año en la provincia. Un dato muy poco alentador y hartamente pésimo porque ya se iguala la cifra luctuosa del primer semestre de 2010 y supera tristemente el registro del mismo periodo de 2009, cuando en el semestre inicial del ejercicio no hubo que lamentar ninguna muerte en el desempeño laboral, según indican las estadísticas de prevención que maneja la Junta de Castilla y León.

Si el análisis que se quiere hacer del escenario es cuantitativo, la siniestralidad laboral en Segovia se mantiene más o menos en los mismos márgenes trágicos en los últimos años. Los recientes recuentos de los que dispone la Administración autonómica recopilan los percances ocurridos entre enero y mayo del presente curso. Son 1.814 accidentes contabilizados en la provincia y dos personas fallecidas, incluidos los sucesos que tuvieron lugar durante el trayecto de ida o de vuelta del puesto de trabajo, los llamados ‘in itinere’. Son solo 21 menos que el año anterior.

Pero lo más preocupante, además de que se mantiene la peligrosa tendencia, es que la cantidad de incidentes laborales considerados como graves es la misma que en los primeros cinco meses de 2010 e incluso supera los registros de hace dos años, cuando hubo que lamentar entre enero y mayo seis accidentes de esta índole.

Otros años ‘negros’

Aunque no es para tirar cohetes, por suerte las estadísticas no llegan a los extremos dramáticos de ejercicios que resultaron especialmente mortales en el tejido laboral segoviano, como lo fue 2008, cuando entre enero y mayo ya habían perdido la vida tres trabajadores y se habían contabilizado 1.970 accidentes, de los que 15 estaban tipificados como graves. Otro curso ‘negro’ fue 2006, con cuatro fallecimientos en los cinco primeros meses del año y 1.855 percances ocurridos en la provincia.

Comisiones Obreras profundiza en los fríos números y hace otro análisis que refleja una cierta contradicción. El paro en los últimos tiempos se ha disparado en la provincia, que no escapa a la devastación de la crisis financiera y al virulento castigo que soporta la actividad laboral. El desafortunado hecho de que la bolsa de desempleados en la provincia haya engordado, y que por lo tanto haya menos personas empleadas expuestas a riesgos de salud o de seguridad no se refleja en las estadísticas de siniestralidad en el trabajo.

En el pasado junio había 9.541 parados en Segovia, prácticamente la misma cifra que doce meses antes. Si se prefiere ver la botella medio llena, el dato no fue del todo malo, porque fue el territorio castellano y leonés donde, en términos relativos, más bajó el desempleo, con un descenso del 6,8%.

Los responsables de CC OO en Segovia alertan de que desde que se desató la crisis, a finales de 2007, el paro ha crecido a un ritmo más elevado que lo que han descendido los accidentes laborales. La organización sindical concluye que las reformas legales y el impulso de las medidas preventivas «no han propiciado el descenso continuado de los índices de siniestralidad que se correspondería con la bajada de actividad». Por lo tanto, «siguen manifestándose cifras elevadas e inaceptables de accidentes y enfermedades profesionales», apostillan fuentes de Comisiones Obreras en la provincia.

Fuente: www.elnortedecastilla.es

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