El 33 por ciento de las empresas de Castilla-La Mancha tienen presencia de sustancias cancerígenas en algún producto de los que utilizan, según el estudio ‘Agentes cancerígenos en las empresas de Castilla-La Mancha’ de CCOO
Foto: La secretaria regional de Salud Laboral de CCOO, Raquel Payo y Valle Cervantes, técnico del Gabinete de Salud Laboral, este lunes en rueda de prensa presentando el estudio
El 33 por ciento de las empresas de Castilla-La Mancha tienen presencia de sustancias cancerígenas en algún producto de los que utilizan, según el estudio ‘Agentes cancerígenos en las empresas de Castilla-La Mancha’, elaborado por el sindicato Comisiones Obreras.
En este estudio, que ha sido presentado por la secretaria regional de Salud Laboral de CCOO, Raquel Payo y Valle Cervantes, técnico del Gabinete regional de Salud Laboral de CCOO, han participado medio centenar de empresas de la región, en las que trabajan 2.465 personas.
Tras la campaña ‘Cáncer Cero en el Trabajo’ puesta en marcha hace dos años por el sindicato, ahora llega este estudio, que ha tenido varias fases de elaboración. La primera de ellas ha consistido en sesiones presenciales con representantes de los trabajadores.
En esas sesiones de trabajo se pretendía que los representantes de los trabajadores conocieran los riesgos a los que se exponen, qué tipo de sustancias manejan, así como la normativa que les es de aplicación, y se les pedía que facilitarán al gabinete regional de salud laboral la identificación de los productos que manejan.
Tras esta primera fase, se analizaron casi 400 productos utilizados por 2.465 trabajadores, lo que determinó que el 33 por ciento de las empresas de la región tienen presencia de sustancias cancerígenas en algún producto de los que utilizan, lo que supone, según CCOO, que uno de cada tres trabajadores de las empresas que han sido objeto del estudio son usuarias de sustancias cancerígenas.
Durante el tiempo que ha durado el estudio se han analizado empresas de toda índole, aunque el sindicato ha detectado que es el sector industrial, en concreto, el sector de transformación de productos metálicos, el sector de los plásticos y materiales compuestos, así como los de transformación y derivados de la madera, los que más frecuentemente utilizan estas sustancias cancerígenas.
Durante la elaboración del estudio, el sindicato ha detectado además una importante carencia formativa. De este modo, la secretaria regional de Salud Laboral de CCOO, Raquel Payo, ha informado de que casi un 70 por ciento de los representantes de los trabajadores de estas empresas no conocían la existencia de productos cancerígenos en sus empresas, mientras que el 81 por ciento de los trabajadores no habían recibido ningún tipo de formación en materia de cancerígenos.
Protección y tamaño de las empresas
Respecto a la protección que tienen los trabajadores en las empresas, el sindicato ha detectado igualmente una importante desprotección de los empleados. Así, Payo ha advertido de que los trabajadores no disponen de ropa de trabajo adecuada ni tienen un lugar separado para guardar su ropa de la que utilizan en el trabajo.
Tampoco disponían del tiempo preciso, de diez minutos, que es lo que regula la normativa, para su aseo personal antes de comer y antes de irse a sus domicilios. Igualmente, según el sindicato, ninguna de las empresas con las que ha trabajado, disponen de lavado y descontaminación de la ropa de trabajo.
En cuanto al tamaño de las empresas que el sindicato ha analizado, ha detectado que el menor tamaño de la empresa hace que haya peores condiciones en los riesgos higiénicos que se padece.
Según la secretaria regional de Salud Laboral de CCOO, hay que evitar la exposición aunando esfuerzos legislativos, de formación y sensibilización, de implantación de medidas preventivas en las empresas por parte de los empresarios, así como de vigilancia y control por parte de la Inspección de Trabajo en el cumplimiento de las mismas.
Comisiones Obreras, «detectada la falta de formación», va a incorporar un módulo específico en materia de exposición a agentes cancerígenos en todas sus acciones formativas organizadas durante 2015 en materia de seguridad laboral.
Mutuas y diagnostico de sospecha
Igualmente, ha comentado Payo, una vez que los trabajadores están padeciendo la enfermedad es «imprescindible» que sean las mutuas de accidente de trabajo las que se hagan cargo de esos daños cuando ese cáncer ha sido originado por unas «deficientes» condiciones en el trabajo.
Es por ello que el sindicato ha exigido que en Castilla-La Mancha se fomente el protocolo de diagnostico de sospecha puesto en marcha por la Consejería de Sanidad, puesto que en la actualidad es el servicio público de salud quien está atendiendo a esos enfermos.
Según el sindicato, en España mueren al año en torno a 10.000 personas como consecuencia del cáncer de origen laboral y enferman en torno a 150.000 personas.
