Distribuyó soda cáustica entre sus compañeros y les dijo que eran "mentitas"

Alrededor de 28 alumnos de un colegio sufrieron un principio de intoxicación por la broma de mal gusto. Como sentían «ardor» en la boca, los estudiantes las escupieron.

Unos 28 alumnos de un colegio secundario de la localidad cordobesa de Malagueño sufrieron un principio de intoxicación tras haber consumido, al parecer a raíz de una broma, soda cáustica granulada.

El intendente de Malagueño, Carlos Fey, precisó que sólo una adolescente de 12 años permanece internada en el hospital de niños de la ciudad de Córdoba, «por precaución».

Fey dijo además que arribó un equipo de epidemiólogos a Malagueño y que el cuadro de los chicos afectados, de entre 13 y 15 años, «es bueno».

El episodio que conmocionó a esta localidad del valle de Punilla ocurrió en un colegio secundario, cuando aparentemente un alumno distribuyó, como una broma, soda cáustica granulada entre chicos de ese establecimiento.

Los estudiantes del Ipem 21 creyeron que se trataba de «mentitas» y comenzaron a degustar las bolitas de soda cáustica, hasta que sintieron una picazón en sus bocas.

«Alguien había llevado esto al colegio y empezaron a repartirse y a ponerse en la boca, y nadie sabía que era soda cáustica», contó uno de los alumnos afectados.

El adolescente sostuvo que «las bolitas» le produjeron «un ardor» dentro de la boca, mientras otro, consultado por radio Universidad, dijo: «A mí me quemaba la lengua».

«Es una travesura de chicos, algunos de ellos encontró una bolsa que aparentemente tiene soda cáustica granulada y se han empezado a poner en la boca como si fueran mentitas, obviamente esto les produce una irritación», dijo el intendente Fey.

De todos modos, el jefe comunal dijo que el producto al ser «corrosivo» hizo que los estudiantes lo escupieran.

«La mayoría de los chicos está bien, es decir salvo esta chiquita que empezó con vómitos pero su estado general era muy bueno y algunos tienen alguna lesión en mucosas y bucal; pero muy poquita cosa», agregó el jefe municipal

Años atrás, Córdoba se conmocionó cuando una joven perdió su esófago y parte de su laringe por haber ingerido en un restaurante de la capital un trago de soda cáustica que le sirvieron en lugar de gaseosa de lima.

Aquel caso fue a juicio y el dueño del restaurante tuvo que indemnizar con miles de pesos a la joven, quien pasó siete años con operaciones e internaciones para recomponer su sistema digestivo.

Fuente: www.infobae.com

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