Culpan a Renault por el suicidio de uno de sus ingenieros

La automotriz fue considerada responsable por no prevenir la muerte. En los últimos seis meses, tres ejecutivos que se quitaron la vida en sus oficinas.

La automotriz francesa Renault atraviesa un momento delicado en su país de origen, luego de que se registraran tres suicidios de ejecutivos entre octubre y febrero, concentrados en el centro de ingeniería de la empresa.

El 20 de octubre de 2006 un ingeniero informático del Technocentre que tiene la empresa Renault en los alrededores de París se lanzó al vacío desde el quinto piso del edificio. Tenía 39 años y fue el primero de los tres suicidios que pusieron en la mira la «humanidad» de las reglas internas que garantizan la productividad de los trabajadores.

Según informó El País, La CPAM, organismo que gestiona el dinero correspondiente a las indemnizaciones en casos de enfermedad y fallecimiento, se ha pronunciado y estimado que, en el caso de la muerte del ingeniero, se trata de un accidente de trabajo.

Y determinó que Renault es responsable de no haber prestado atención suficiente a los problemas del ingeniero. La misma CPAM no ha creído, en cambio, que Renault tuviera la misma responsabilidad en el caso del segundo de los tres suicidios, ocurrido el 22 de enero de 2007. En esa oportunidad, el hombre se suicidó fuera del recinto del Technocentre y fuera también del horario laboral.

Demanda

La viuda del primer, a través de su abogado, ha indicado que «ahora vamos a intentar que se reconozca que Renault cometió una falta inexcusable puesto que, entre sus obligaciones, figura la de asegurar la seguridad y proteger la salud física y mental de sus asalariados».

El abogado explicó que el ejecutivo «atravesaba una fase crítica desde después del verano, pues decía que su trabajo y la continuidad del mismo estaban siendo regularmente cuestionados por un miembro de su jerarquía».

Por su parte, el presidente y director general de la empresa, Carlos Ghosn, admitió el pasado miércoles, en el transcurso de una asamblea general del grupo Renault, que «los ingenieros del grupo viven tensiones objetivamente muy fuertes» y que había que ser capaces de «identificar en qué casos nuestros colaboradores se sienten solos ante la dificultad».

Exigencia

Los directivos de Renault pusieron en marcha, hace poco más de un año, el llamado plan Objectif 2009 que, entre otras cosas, reclama de los ingenieros que sean capaces de casi triplicar el número de novedades que la marca es capaz de poner en el mercado en el plazo de tres años.

«Ahora estamos en la fase más ingrata del plan», dijo Ghosn refiriéndose al hecho de que los esfuerzos no se han materializado aún en resultados. «Es verdad, la carga de trabajo es muy fuerte y los resultados no están ahí».

Ghosn insistió en que «todo colaborador de la empresa tiene derecho al fracaso» y remarcó «el problema no es que la carga de trabajo sea excesiva sino que éste está mal organizado». Ese análisis puede que entre en contradicción con los documentos personales de uno de los tres suicidas, que veía degradarse su situación dentro de la empresa y estimaba que era sometido a un acoso terrible, con muchas más horas de trabajo efectivo que las previstas en el contrato.

Fuente: infobaeprofesional

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