Integrantes de la cooperadora aseguran que se viola el reglamento de edificación vigente.
Aurelio Frea, ex jefe de la agrupación, dijo que hay «desidia» de la Municipalidad, que «no realiza» los controles.
Las falencias de la Municipalidad a la hora de ejercer el poder de policía están otra vez en la mira. Esta vez las críticas provienen de los Bomberos Zapadores, quienes aseguraron que «en Rosario las autoridades no controlan las normas de seguridad contra incendios que deben tener los edificios y que están detalladas en el reglamento general de edificación de la ciudad». Desde la agrupación también indicaron que en caso de haber un siniestro en el centro de la ciudad «es imposible desplegar la escalera de incendios para llegar a los primeros pisos de un edificio porque la maraña de cables que hay en toda esa área lo impide». Así, describieron una situación que calificaron de «preocupante» y que, según consideraron, «habla del desatino y el descuido» de las autoridades responsables de realizar los controles. Del otro lado de la vereda, funcionarios municipales aseguraron a La Capital que «los controles se realizan», e indicaron que «las escaleras de incendio existen y cumplen con la normativa».
Aurelio Frea es tesorero de la cooperadora, pero además fue jefe del cuerpo de bomberos entre 1975 y 1979. «Si hay un gran siniestro tenemos elementos para hacerle frente, pero hay problemas que son muy serios que tienen que ver con la falta de control», consideró.
En ese sentido, Frea hizo referencia al cumplimiento del reglamento general de edificación, donde se establecen las medidas de seguridad necesarias para que en caso de incendio los vecinos cuenten con una vía de escape segura, y que fue materia de discusión entre los funcionarios de las áreas afectadas y el Concejo Municipal.
Allí, según detalló Frea, se establece que «a partir de determinadas alturas los edificios de vivienda deben tener escaleras de incendio, con determinadas características: no tienen que ser exteriores, deben tener iluminación especial, una antecámara que las separe del recibidor y determinado tipo de puertas».
El hombre hizo hincapié en «los riesgos que esta situación implica», la calificó de «criminal» y explicó que «la escalera que tienen los bomberos sólo llega al cuarto piso y sin embargo los edificios se construyen sin tener en cuenta esta normativa».
«Incluso sólo uno de los hoteles de la ciudad cumple con la reglamentación, el resto, si se incendia, es un desastre -continuó-. Sobre todo en los edificios nuevos, donde se construye cada vez más con elementos altamente inflamables y tóxicos».
Pero ese no es el único inconveniente al que apuntó el directivo, porque el cableado aéreo de la ciudad parece ser otro desafío. «Con un incendio en el centro, la maraña de cables nos impide desplegar la escalera porque apenas se levanta los cables empiezan a hacer chispas y eso es un peligro también para el personal», explicó.
A ese panorama, desde ya para nada alentador para quienes viven del cuarto piso hacia arriba, se suma otro inconveniente que afecta sobre todo a los barrios: la falta de bocas de toma de agua.
En ese punto, el tesorero de la cooperadora señaló que «las autobombas sólo pueden abastecerse en el centro porque las bocas que existían en los barrios fueron todas tapadas con las obras de repavimentación. Y en los casos que se hicieron reformas, como en Pellegrini y Oroño, este tipo de situaciones no se contempló y no hay bocas».
Y claro que todas las críticas apuntan a los controles que deben realizarse desde la Municipalidad. En el caso de la falta de escaleras de incendio en los edificios de vivienda la fiscalización está a cargo de la Dirección de Obras Particulares, que depende de la Secretaría de Gobierno. Mientras que el problema de la red de cableado aéreo está a cargo de la Secretaría de Obras Públicas.
«La seguridad no se negocia»
Consultado por La Capital ante las denuncias planteadas por el cuerpo de bomberos, el director de Obras Particulares, Eduardo González, aseguró que «los controles se realizan como corresponde y las escaleras existen». Es más, recalcó que «en muchas situaciones son justamente los bomberos quienes asesoran» a la repartición y agregó: «Las medidas de seguridad en las obras no son materia de discusión ni de negociación».
El funcionario afirmó que «siempre la normativa es tenida en cuenta y los controles se realizan a la hora de entregar los permisos de edificación». Y recordó que «antes se permitía instalar escaleras abiertas, que ahora ya no se utilizan justamente por medidas de seguridad».
Sin embargo, González reconoció que «es difícil hacerles entender a los arquitectos que la seguridad es un tema central, incluso a profesionales de gran renombre en la ciudad», y señaló que «se han presentado inconvenientes, pero las medidas de seguridad no son algo que se pueda negociar o discutir».
Fuente: Diario La Capital
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...