La cifra de fallecidos tras el derrumbe de un puente en construcción en el centro de china ascendió hoy a 47, tras recuperar los equipos de rescate seis cadáveres en las últimas horas, informaron fuentes oficiales.
Las tareas de rescate avanzan ahora con menos dificultades después de que fueran explosionados tres grandes pilares de cemento derrumbados que las estaban obstaculizando, explicaron los servicios de rescate a la agencia estatal, Xinhua.
El accidente ocurrió el lunes día 10 en la provincia de Hunan y, según los equipos de rescate, todavía quedan varios trabajadores atrapados entre los escombros (probablemente muertos), aunque todavía no se ha preciado una cifra exacta.
El puente, con 328 metros de largo y 42 de alto, cruzaba el río Tuo en el distrito de Fenghuang, región turística famosa por sus bellas montañas y sus casas tradicionales, y debía haberse inaugurado a finales de este mes.
Muchos vecinos de la zona señalaron que temían que el accidente ocurriera, debido a la mala calidad del material utilizado en la obra, y a la rapidez con que se estaba construyendo.
Entre tanto, periodistas de cinco medios estatales que cubrían la noticia, entre ellos el Diario del Pueblo y una revista de la agencia estatal, Xinhua, fueron golpeados por varias personas entre las que se encontraban funcionarios provinciales, según publica hoy el diario ‘South China Morning Post’.
Los reporteros estaban entrevistando a una familia que había perdido cinco miembros en el accidente, cuando un grupo de ocho personas, entre ellas dos mujeres y el director del buró de Agricultura de Fenghuang, los golpearon acusándolos de ‘hacer entrevistas ilegales’.
Según dijo al rotativo de Hong Kong uno de los periodistas en condición de anonimato, el director de propaganda del distrito de Xiangxi se disculpó con ellos después del ataque.
El accidente ha sembrado además las dudas sobre las infraestructuras chinas a un año de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y el propio presidente del país, Hu Jintao, ordenó una investigación exhaustiva y prometió que los culpables serán castigados con dureza.
Como primera medida, el Gobierno decidió suspender la construcción de todos los puentes sobre carreteras para inspeccionar si cumplen los estándares de seguridad.
Según el Ministerio de Transporte, China tiene más de 530.000 puentes de este tipo, un tercio de los cuales fueron construidos en la década de 1960 y otro tercio en la de 1980.
Fuente: http://actualidad.terra.es
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